Tormenta tropical Hanna erosiona suelo de muro fronterizo entre México y Estados Unidos

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Tormenta tropical Hanna erosiona suelo de muro fronterizo entre México y Estados Unidos

Algunos de los huecos frente a la valla tienen varios pies de profundidad | Foto: AP
Las fuertes lluvias y vientos dejaron grandes zanjas en el terreno contiguo a la valla, en medio de una batalla legal sobre la solidez del muro fronterizo privado

El muro fronterizo construido con fondos privados en el sur de Texas ha sufrido erosión debido al paso de la tormenta tropical Hanna el fin de semana, que era la primera prueba meteorológica importante del proyecto.

Las fuertes lluvias y vientos provocados por Hanna dejaron a su paso grandes zanjas en el terreno contiguo a la valla, que fue erigida junto al Río Bravo (o Grande), que separa a Texas de México. Aunque todavía están en pie los postes de la valla, algunos de los huecos frente a ella tienen varios pies de profundidad, lo que indica que parte de la barrera podría volverse inestable, según los opositores al proyecto.

A pesar de un video viral que afirma mostrar cómo la tormenta derribó un muro fronterizo, ni la valla privada ni las barreras construidas por el Gobierno fueron derribadas por la tormenta. El lunes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dijo que en ese video se ve un sitio de construcción del muro fronterizo en Nuevo México en junio.

Sin embargo, continúa una batalla legal sobre la solidez del muro fronterizo privado, que fue construido en el Rio Grande Valley por Fisher Industries, una compañía afincada en Dakota del Norte que posteriormente obtuvo un contrato por mil 300 millones de dólares del Gobierno de Estados Unidos, el más oneroso hasta la fecha. El proyecto ha sido promovido regularmente por We Build the Wall (Nosotros Construimos el Muro), un organismo fundado por partidarios de Trump que ha recolectado más de 25 millones de dólares en línea. Los organizadores de We Build the Wall han afirmado reiteradamente que tienen el apoyo del presidente.

Un tuit publicado por Trump indica lo contrario.

“No estaba de acuerdo con hacer esta sección muy pequeña del muro, en un área difícil, por un grupo privado que recaudaba dinero con anuncios”, escribió Trump. “Solo se hizo para hacerme quedar mal”.

Un día después, el exsecretario de Estado de Kansas, Kris Kobach, quien se unió a We Build the Wall como asesor y se postula para el Senado federal en Kansas, dijo que el presidente ha “elogiado varias veces conmigo a We Build the Wall”.

Fisher Industries instaló bolardos para la valla a solo 10 metros del Río Bravo. Eso es mucho más cerca del río de lo que el Gobierno suele construir barreras fronterizas debido a la posibilidad de erosión e inundaciones que podrían violar las obligaciones contraídas en los tratados entre Estados Unidos y México.

La organización National Butterfly Center (Centro Nacional de la Mariposa) ha demandado a We Build the Wall y a Fisher Industries con el argumento de que los bolardos de la valla y el trabajo realizado para inclinar el terreno contiguo desviarán el flujo del Río Bravo y causarán nuevas inundaciones en ambos lados.

El centro está ubicado junto a la valla construida por Fisher. Proporcionó fotos tomadas el lunes de varias partes en donde la ribera se ha erosionado frente a la valla.

Según el centro, las áreas que muestran erosión son los mismos lugares que los equipos de Fisher arreglaron hace unas semanas antes del tuit de Trump.

“Se ve peor después de las reparaciones que antes de las reparaciones”, dijo Javier Peña, abogado del centro. “Todos debemos estar preocupados de que Fisher destruya parte del río para ganar dinero y luego se vaya”.

Tommy Fisher, el director general de la compañía, dijo que la erosión eventualmente podría desaparecer una vez que el terreno tenga césped completamente plantado o sea reemplazado con material sintético. Los bolardos de la valla y el concreto subyacente permanecen sólidos, dijo Fisher, quien a mediados de mes aseguró que “el muro se mantendrá durante 150 años”.

Trabajadores ya están en el lugar rellenando las zanjas encontradas el lunes en el terreno, dijo Fisher.

“Si se fuera a caer, buena suerte”, dijo. “Será mejor que traigan mucho más viento”.

El Servicio Nacional de Meteorología calcula que cayeron entre 38 y 43 centímetros de lluvia cerca de la valla durante el paso de Hanna, con vientos de 53 km/h reportados en el pueblo adyacente de Mission.