Según los primeros índices de audiencia de empresas como Nielsen, los Premios de la Academia este 2021 tuvieron un bajo histórico, reportando menos de 10 millones de espectadores, 9.85 de personas para ser exactos. Una cantidad preocupante si consideramos que la audiencia del año pasado superaba por poco los 20 millones de espectadores.

Por supuesto que la pandemia por Covid-19 juega un papel importante en esta drástica disminución de espectadores, ninguna ceremonia de premios se ha salvado de tener números reducidos en comparación con años anteriores. Sin embargo, el Oscar cometió terribles errores que seguramente, no solo repercutieron en su rating, sino en el prestigio de una ceremonia que ayer, a pesar de todas las medidas de prevención y de los esfuerzos por que sus invitados lucieran sin cubrebocas en la transmisión, llegó a un nivel de calidad preocupante.

Estos fueron los grandes errores del Oscar…

1. Expectativas

La Academia generó grandes expectativas para esta ceremonia. “Más que una entrega de premios, lo vemos como una película”, decían los comunicados oficiales sobre un evento que contaría con el talento en producción de figuras como Steven Soderberg.  El inicio de la ceremonia, con una toma que seguía a la primera presentadora, Regina King, prometía mucho, quizá una dinámica de presentaciones, anuncio de nominados y entrega de reconocimientos más ágil y no. Por el contrario, esa introducción fue de lo poco emocionante de la noche.

2. Producción

La carencia de producción en el escenario principal fue notable. Los invitados contaron con un desangelado telón de fondo que no aportaba visualmente. En las redes sociales, los espectadores del evento se quejaron constantemente de las tomas y los viajes de cámara para conocer las reacciones e interacciones de los nominados.

3. Narrativa

Contrario a lo que acostumbran año con año, los premios Oscar optaron por abrir el micrófono a sus invitados y permitirles extenderse en sus discursos, en un año donde las grandes estrellas de Hollywood estuvieron ausentes en las nominaciones. La Academia también decidió hacer pocas piezas grabadas y pre producidas que pudieron darle un mejor ritmo a la ceremonia. Los números musicales fueron presentados fuera de la ceremonia y justamente esas canciones hubieran podido aligerar la transmisión que se caracterizó por su falta de ritmo.

4. Traicionar a su formato

En una de las peores decisiones en la ceremonia del Oscar, el premio a Mejor Película no se entregó al final como ha sido costumbre y fue el antepenúltimo de la noche. La teoría de los críticos televisivos y analistas, es que el premio de Mejor Actor fue removido al final de la ceremonia, ya que dos de sus nominados podrían generar interés tras su triunfo: el difunto Chadwick Boseman y la leyenda de la actuación, Anthony Hopkins. Al final, no hubo momento emotivo con Boseman porque el ganador fue Hopkins, que no acudió (presencial o a distancia) a la ceremonia, generando el final más anti climático en la historia de la entrega de premios. La cual concluyó con un DJ despidiendo la transmisión.

5. Estructura

Este año, las nominadas se caracterizaron por ser proyectos con un bajo presupuesto (Nomadland es la cinta ganadora del Oscar a Mejor Película que menos dinero ha recaudado en la historia en Estados Unidos) y pocos nombres que puedan resultar atractivos para las grandes audiencias. Si esta es una tendencia que continuará con los años, la Academia tendrá que replantear su estructura, sus invitados serán los responsables de atraer a su audiencia y sus nominados y ganadores deberán tener espacios más breves en pantalla. Tras este 2021, el Oscar y todas las ceremonias de premios tendrán en pensar en reestructuras importantes para mantener un impacto entre audiencias y trascendencia.

DATOS: 

-La transmisión de la edición 93 de los Premios Oscar registró en los Estados Unidos el rating más bajo de su historia. Por primera vez, la ceremonia tuvo una audiencia menor a 10 millones de personas, una caída del 58% en comparación con las 23,6 millones que sintonizaron la gala el año pasado.

- La caída de espectadores ilustra una vez más una tendencia en esta dirección en todas las galas de premios, considerando que las audiencias de los Emmy de septiembre y de los Grammy de marzo también registraron los niveles más bajos de la historia. La audiencia de los Globos de Oro en febrero, en tanto, se hundió un 60% respecto del año anterior.