Toda la vida te mintieron: la pasta no engorda

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Toda la vida te mintieron: la pasta no engorda

La ingesta de pasta aumenta el consumo de otros grupos de la pirámide alimenticia mediterránea como tomates, salsa de tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, queso y otros.
Un nuevo estudio revela lo que puede ser el mejor descubrimiento del año

Esta es una de las grandes noticias del 2018. Científicos italianos publicaron un análisis que pone en duda la implicación más cruel que han dejado todas esas dietas de inspiración paleolítica, bajas en calorías y altas en proteínas: resulta que después de todo, la pasta puede no ser tan mala para tu cuerpo.

Los investigadores examinaron la información obtenida de 20 mil encuestados a lo largo de Italia, y encontraron que el consumo de pasta "no está significativamente asociado" con el índice de masa corporal (IMC), el ancho de cintura y cadera, y la proporción entre ambas. De hecho, los amantes de la pasta fueron menos propensos a padecer obesidad o sobrepeso que sus detractores “fettuccinofóbicos”.

Los autores sostienen la hipótesis de que estos resultados se deben a la importancia de la pasta en la dieta mediterránea, que se ha vinculado con bajas tasas de obesidad y enfermedades cardiacas entre los que la practican. Y oh, sorpresa, los científicos descubrieron que la ingesta de pasta aumenta el consumo de otros grupos de la pirámide alimenticia mediterránea, entre los que se incluyen tomates, salsa de tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, queso y otros ingredientes.

Pero los beneficios de la pasta para la dieta no vienen derivados únicamente de que se pueda combinar con un estricto régimen a base de verduras. La relación entre el consumo de pasta y un IMC bajo es independiente del hecho de que este alimento forme parte de la dieta mediterránea o del consumo diario de calorías. O lo que es lo mismo, se puede decir que de los sujetos estudiados, los que comen pasta de forma habitual tienen un IMC menor.

¿Pero estos descubrimientos nos llevan a la inevitable conclusión de que la pasta es el elixir mágico que convierte (instantáneamente) a todo aquel que la come en un esbelto modelo de pasarela? ¡Probablemente no! Pero… tal vez. Los autores tildan esta observación de “interesante” y sugieren que puede ser útil para futuros análisis sobre la relación entre la pasta y otros grupos alimenticios, una aseveración bastante modesta para un grupo de personas que deberían obtener premios por sus esfuerzos.