Bernardo Dávila, director de Salud Pública del Municipio, señaló que al Ayuntamiento no le corresponde hacer reporte o llamar la atención a los puesteros que no han retirado los saleros de sus mesas. 

El funcionario dijo que esas medidas son propias de Salud estatal, esto luego de que la SS señalara que el tema de la sal en los puesteros le correspondía al Municipio, pues es éste quien les da el tarjetón para poder trabajar.

Aunque a Ley señala que es la Secretaría de Salud la que debe de vigilar los establecimientos sobre el retiro de saleros y el ofrecer un vaso de agua gratuito, no habla sobre puestos ambulantes, por ello se deslindan de la vigilancia directa de estos puestos, y por otro lado Salud municipal también se desmarca del problema pues dice eso es competencia del Estado.

Luego de que VANGURDIA denunciara que los vendedores ambulantes de comida que se instalan en el área aledaña al templo de San Francisco de Asís violan la Ley Estatal de Salud al dejar los saleros sobre las mesas, el domingo en un nuevo recorrido se constató que siguen igual, sin ninguna observación de los inspectores.

Además de saltarse le legislación en este sentido, los puestos trabajan con evidente falta de higiene en la venta de antojitos mexicanos como enchiladas, sopes, gorditas, chiles rellenos, entre otros platillos.

Trabajadores de un conocido restaurante ubicado cerca de este templo, por la calle Juárez, se quejan de que mientras a este negocio lo revisan hasta “por debajo de las mesas”, a escasos metros a los  puesteros los dejan trabajar en total  impunidad e incumplimiento de la  legislación.