TOLUCA.- Un Tigres fulminante dio un golpe de autoridad en el Nemesio Díez para perfilarse rumbo al título del Apertura 2015.

Los felinos vencieron 2-0 a un apático Toluca en un juego que por propuesta y ambición le correspondió por derecho propio. El jueves, Tigres abrirá la serie Final en el estadio Universitario frente a Pumas, el mismo rival contra quien en la temporada 77/78 levantó el primer trofeo en su historia.

Tigres, que jugará la tercera Final en un año, demostró tener suficiente colmillo para manejar estas instancias decisivas. No se desesperó, trabajó el partido, buscó abrir a un desordenado adversario y finalmente en el complemento –vital el ingreso de Damián Álvarez-, logró marcar la diferencia que necesitaba para cerrar la serie.

Álvarez, quien reemplazó a Jürgen Damm, fue un demonio por la banda izquierda. Su aporte fue determinante para que hoy Tigres celebre su clasificación. Al 68’, Damián metió un centro a baja altura para que Javier Aquino sólo la empujara al gol.

Si el 1-0 ya era demasiado peso para el Toluca, el 2-0 firmado por Álvarez al 82’, terminó por sepultar las esperanzas de los escarlatas. La segunda anotación llegó luego de un preciso contraataque en la que en la parte final se conectaron Jesús Dueñas, Gignac y el propio Damián, quien de cabeza venció a Alfredo Talavera.

En el medio de ambas anotaciones, el francés Gignac había reventado un balón en el travesaño, pero mucho antes, en la primera etapa, un par de disparos del brasileño Rafael Sobis ya habían acercado a Tigres a la victoria.

El equipo de Ricardo Ferretti fue un merecido ganador, porque de los dos, fueron los felinos quienes tuvieron más hambre y ganas de arribar a la Final.

Tigres llevó las riendas del primer tiempo con un futbol vertical y ambicioso. Buscó de cualquier manera superar a una desordenada defensa “choricera” que sufrió para sostener el equilibrio.

La postura de Toluca fue demasiado agria, conservadora y peligrosa. Un planteamiento de corto alcance que fue olfateado por Tigres, quien actuó en consecuencia adelantando líneas, tratando de perforar por las bandas o con disparos desde media distancia.

Toluca decidió jugar con fuego, mirando más el resultado que lo que podía ofrecer para contrarrestar los embates visitantes. Cometió errores, le faltaron ganas para progresar y apenas en el segundo tiempo intentó calentar su fría propuesta.

Finalmente, querer jugar con el resultado fue una estrategia muy mezquina y lo terminó pagando frente a un Tigres mucho más consciente de lo que estaba en disputa y esperó el momento justo para pasarle factura.