MONTERREY.- La efectividad ante la portería rival llevó a los Tigres al triunfo de 2-0 sobre los Rayados en la Edición 123 del Clásico Regiomontano, el cual careció de lucimiento de ambos equipos en la cancha del Gigante de Acero.

Un ritmo regular tuvo el arranque del encuentro; los locales presionaron al contrincante desde la salida, pero la mayor posesión del esférico fue de los felinos, que lucharon por toman ventaja rápidamente con un centro de Javier Aquino que no pudo rematar Enner Valencia.

El francés André-Pierre Gignac estuvo cerca de abrir el marcador, pero el portero argentino Marcelo Barovero estuvo atento para desviar el disparo y todo quedó en el intento.

Ninguno de los equipos arriesgaba en demasía, por lo cual fueron nulas las llegadas de peligro en los siguientes minutos, aunque en juego estaba el orgullo y el envión anímico que requerían los dos por el paso que llevaban en el torneo.

Las individualidades de Rayados y Tigres no hicieron diferencia en la primera mitad, a pesar de que luchaban por alguna jugada personal para hacer daño ante la cabaña del rival. Las acciones se mantuvieron prácticamente al mismo ritmo, aunque los locales un poco más lanzados al frente, pero seguía la falta de arribos inquietantes.

Tigres aprovechó la primera que tuvo en la segunda mitad para tomar ventaja, luego que Jesús Dueñas tiró desde el lado derecho, Marcelo Barovero falló en el rechace y dejó la pelota en Lucas Zelarayán, quien no perdonó y a los 68 minutos puso el 1-0.

Al verse abajo en el marcador, el técnico Diego Alonso metió al campo al delantero Vincent Janssen para buscar mayor poderío en el ataque y holandés tuvo una opción con un remate de cabeza, pero el guardameta Guzmán intervino para salvar su cabaña.

Los visitantes aprovecharon el desánimo de Rayados para incrementar la diferencia a 2-0 mediante Gignac a los 82’ y así se llevaron, no sólo el triunfo en la Jornada 12 del Torneo Apertura 2019, sino el orgullo de ser los vencedores en el choque más importante para la afición neoleonesa.