ZAPOPAN, JAL.- Un gol de último minuto cambió todo lo que se veía venir en la Copa Por México. Empate a dos goles, cortesía del joven atlista Alejandro Gómez, quien fue el mismo que le dio el triunfo ante Mazatlán.

Los felinos se quedaron con cinco puntos, en segundo lugar, y visitarán al Cruz Azul, mandando al Guadalajara al primer lugar.

En Tigres, cuando todo falla, aparece Gignac. El francés es la válvula de escape, el cerebro, el que tiene el gol y da los pases.

¿Qué haría Tigres sin Gignac?

Atlas se fue arriba en el marcador cuando Luciano Acosta aprovechó un error de Guido Pizarro al retroceder la pelota... Y como se dice por ahí, despertó al tigre.

Primero, Gignac propició el gol de Javier Aquino, entregándole el balón en el área chica. El oaxaqueño fue el último en tocar entre un mar de piernas rojinegras, empató el marcador y casi enseguida, en un mano a mano dejó en el césped al portero Camilio Vargas para poner arriba a los norteños,

Vinieron los cambios en el segundo tiempo. Atlas decidió apretar, ir por los Tigres a quitarles la pelota, y aunque por momentos lo consiguió, no hubo alguna ocasión de peligro clara para exigir a Guzmán.

Lo más destacado, y por el morbo, de parte de los Rojinegros, fue la aparición de Renato Ibarra después de los problemas de violencia doméstica que provocaron su salida del América. El ecuatoriano se vio fuera de forma, algo pasado de peso, pero realizó un par de buenos desbordes, mas la alegría le duró muy poco, al resultar lesionado. Los Zorros, mucho por trabajar.