A Carlos Farías se le puede considerar un paisajista, pues este es el tema que primordialmente plasma en su trabajo. Sin embargo, su tratamiento del mismo está lejos de ser habitual u ordinario y por ello sus obras no son solo pinturas de salón, pues además de la figuración experimenta también con la forma y con los materiales.

En “Tierra Media” la exposición con la cual presenta una breve retrospectiva de trabajo en el resto-bar Oniria se ve reflejado esta dualidad artística con obras en las que retrata de dos maneras diferentes el pueblo y los alrededores de Real de Catorce.

Por un lado se encuentran las representaciones abstractas, hechas con materiales encontrados en el sitio, que componen en su mayoría la serie de 10 piezas que se exhiben en el bar, y por otro está la pintura figurativa donde se puede observar claramente la sierra de Real de   Catorce, en la que capta uno de los elementos que más disfruta encontrar en el paisaje: la atmósfera creada por las condiciones climáticas y la luz.

“Es una variación, de sintetizar el mismo paisaje figurativo que en ocasiones pasadas había realizado, sobre Real (de Catorce)”, explicó en entrevista con VANGUARDIA sobre las piezas más abstractas, “era como tomar referencias de esa región, de la zona y después empecé a sintetizar eso mismo y llegué a unas cuestiones así como abstractas”.

Estos “collages de tierra” están hechos por piezas, piedras y otros elementos encontrados en el pueblo, los cuales atrajeron la atención del artista por sus cualidades visuales y texturas.

“La superficie de la tierra tiene unas como vetas, muy bonitas, muy curiosas y no es así como en los demás lugares que hay una capa de tierra gris u ocre, ahí como que tiene eso, como si los minerales estuvieran en la superficie”, explicó.

“Los tonos, las formas naturales, es lo que me gusta”, agregó, “no es un retrato tal cual del paisaje”.

Sobre su obra más figurativa señaló que su principal atractivo es el tratamiento de la luz y la composición. La creación de atmósferas, neblina, niebla, smog y otros elementos que no se suelen tratar en el género —con ejemplos mucho más enfocados a la limpieza de la escena—.

Si bien algunas de sus obras más conocidas es con protagonistas como montañas y volcanes, tal es el caso de la obra expuesta en Oniria con la Sierra de Catorce, su búsqueda de texturas lumínicas lo ha llevado a plasmar también entornos urbanos con estas cualidades, como lo es la Ciudad de México, tema con el que actualmente está trabajando y del cual ya ha expuesto algunos resultados como lo hizo en febrero del 2018 en el Cerdo de Babel.

La experimentación en la síntesis del paisaje que realiza, comenta, ha resultado difícil pues en ocasiones se ha visto inclinado a regresar a la figuración —y llegó a desechar sus primeros intentos— aunque de vez en cuando lo hace, con obras por encargo o por placer, su exploración continúa.

“A través de hacer y luego deshacerlas o borrarlas fue como que esa timidez fue saliendo, se fue quitando a través del tiempo”, expresó, “hay piezas aquí que ya tienen sus años, como diez o doce años”.

Apuntó que se lamenta haber borrado esos tempranos juegos experimentales pero ahora, dice, “quiero que se haga y que se deje, que no haya un arrepentimiento o un temor”.

“Es parte del aprender, en todo esto, a ya no borrar, a no desechar”, agregó, “y la otra cuestión es seguir teniendo esta síntesis presente. Que ahora ya existe, de hacer, por ejemplo, la sierra, pero tratarla de otra manera, una cuestión de luz, de atmósferas, se abre más el panorama”.

“Tierra Media” estará por un mes en Oniria Resto-Bar, ubicado en Hidalgo 442 en la Zona Centro de Saltillo, un nuevo espacio de esparcimiento con propuestas culturales para la ciudad.