Tierra desterrada

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Tierra desterrada

Es la época del café descafeinado.

De la leche deslactosada... No sabemos si llegaremos al agua deshidratada. Y también nos vamos dando cuenta que vivimos en una Tierra desterrada.

El planeta parece vivir desterrado de sus equilibrios, con sus sistemas ecológicos interrumpidos. Vive la Tierra desterrada de su bienestar y sus ambientes saludables de sana complementación, en que convive lo diverso y nada se desperdicia.

La especie inteligente que la habita ha resultado contaminadora y destructora. Siempre recordamos el museo que mostraba a los mayores depredadores del mundo animal. Al final se anunciaba el peor. Había que apartar una cortina para verlo. El visitante contemplaba, al recorrerla, su propia imagen en un espejo.

En el Día de la Tierra vuelven las naciones a decidir que sí, que hay que hacer algo. El cambio más importante es el cultural, el psicológico, el enjambre de nuevos y mejores hábitos que se deriven del amor al hogar de todos y a la herencia ambiental que se dejará a las futuras generaciones.

Parece tener la Tierra su lenguaje para denunciar su destierro. Se derriten los hielos en los polos. Sube el nivel del mar. Se desertifican los bosques. Se desperdicia el agua potable. Hay calentamiento global. Se acrecienta el número de especies animales en extinción. Hay ciudades en que la contaminación hace llorar a los visitantes, les dificulta su respiración y disminuye la visibilidad.

Se contaminan los ríos y los lagos. Los mares se vuelven letales para las ballenas y los peces, que devoran objetos de material plástico. Se reincide en multiplicar las basuras fuera de su lugar. Se intensifican las tormentas y los huracanes, abundan las erupciones volcánicas y los terremotos, los patrones climáticos no son consistentes ni las estaciones identificables.

Si cada persona e institución -en su ambiente y en su pequeño mundo- logra una tierra aterrizada, una pequeña isla de limpieza, equilibrio y salud, poco a poco se irán haciendo continentes ecológicos y los nuevos habitantes recordarán, con gratitud, este siglo como de diamante y oro.

SERVICIO Y PODER

Solicitud distributiva o codicia, presupuesto como botín o como solvencia ciudadana, campaña para administrar y servir o para sustraer y acumular. El empeño por buscar desempeños y encargos públicos puede verse como avaricia o como prodigalidad.

Se piensa en fueros y privilegios, dominio y manipulaciones, sustracciones y corrupciones o se intenta justicia, equidad, distribución, inversiones y restituciones.

La gente ha de distinguir a los que sí y a los que no. A los que ayudan y a los que estorban, A los aptos y a los ineptos. A los que escogen lo que se vale y a los que se ensucian con lo que no se vale. Y así se votará para poder denunciar o anunciar. Aplaudir o abuchear, felicitar o demandar.

NIÑOS A LA VISTA

Es absurdo e inhumano que se les vea como instrumentos de placer o como reserva armada para matar agresores.

Todo ha de ser educativo a su alrededor. En los primeros años se aprenden las mejores actitudes de convivencia.

El trato que se les dé les hace aprender cómo hay que tratar a un ser humano. Aprenden el respeto, el diálogo, la no violencia, la comprensión, el perdón y la reconciliación. El trabajo en equipo. La colaboración más que la competencia. Aprende el niño a aceptar lo diferente, evitando oposición, separación y agresión sino descubriendo la complementación madura y equilibrada...