Un estudio británico descubrió que los niños que comienzan la escuela primaria tienen menos capacidad para mantener una conversación y los maestros culpan a la obsesión de los padres por los smartphones.

“Cada vez más niños en los primeros años de vida sufren de retrasos en el desarrollo del lenguaje y, además, no están preparados para la escuela,” dijo una maestra que participó en el estudio llevado a cabo por el proveedor de soluciones para maestros The Key. “Me parece que esto se debe a circunstancias familiares difíciles y el creciente uso de teléfonos y tecnología móvil, lo que significa que los padres pasan más tiempo hablando por teléfono que con sus hijos.”

Si bien las respuestas de los maestros consistieron en sus opiniones sin base científica, el matutino británico Daily Telegraph indicó que los resultados de ese estudio coinciden con algunas estadísticas preocupantes que podrían estar relacionadas con el hecho de que los padres están más atentos a su teléfono que a sus hijos.

El informe anual sobre el estado de la educación en el Reino Unido indica que cuatro de cada cinco maestros manifestaron su preocupación acerca de la incapacidad de los niños de comunicarse en clase verbalmente y que dos tercios de los niños de la escuela primaria evidencian poca capacidad para la resolución de problemas.

Si bien la preocupación de cómo los smartphones podrían influir en el desarrollo evolutivo se centra en el uso de la tecnología por parte de los niños, existe evidencia que sugiere que los niños aprenden cómo comportarse frente a la tecnología de sus padres.

Una encuesta reciente llevada a cabo por Common Sense Media indica que alrededor de la mitad de los adolescentes admitieron su “adicción” por sus teléfonos pero también notaron que sus padres también utilizan la tecnología, incluso en situaciones peligrosas como enviar mensajes de textos al tiempo que conducen su automóvil, que coincide con la respuesta de más de la mitad de los padres en la misma encuesta.

Entre las razones que existen para pasar menos tiempo pegados a la pantalla del celular, un informe de NPR sugiere que la mejor razón para los padres es el futuro de sus hijos.

“Ellos aprenden de nosotros cómo comportarse en una conversación, cómo interpretar las expresiones faciales.” La pediatra del Boston Medical Center Jenny Radesky advirtió a NPR (la Radio Pública Nacional por sus siglas en inglés) acerca de las distracciones ocasionadas por el smartphone. “Y si eso no sucede, los niños se pierden importantes hitos evolutivos.”