Anciana de 85 años en extrema pobreza, paga predial de su casa a punto del derrumbe con los mil 160 pesos que le otorga Sedesol
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Anciana de 85 años en extrema pobreza, paga predial de su casa a punto del derrumbe con los mil 160 pesos que le otorga Sedesol
Esther tiene 85 años y está sola en la vida; ninguno de sus familiares vive, además su casa está intestada, derrumbándose y el apoyo de Sedesol lo utiliza para pagar la deuda del predial. A los 30 años un médico le amputó un seno por equivocación, lo cual le cambió la vida.
Hija única, camina como miles de personas de la tercera edad en México: sobre la soledad, la incertidumbre y la pobreza. Nació en 1933 y después de que sus padres la cuidaron y la vieron crecer, ella los procuró hasta verlos morir.
Lleva viviendo sola 20 años desde que murió su padre en 1999: él con 94 años de edad, ella con 64; después de que él partiera quedó sola en el mundo.
Berenice la trajo a Saltillo, pues las condiciones en que vive Esther son indignas y decadentes. Su casa está por caerse, en la colonia Calzada 20 de Noviembre, en la ciudad de Torreón.
A Esther, a los 30 años, un médico le detectó un “bolita” en el seno derecho diagnosticándola con cáncer, por lo que se lo tuvieron que amputar. Después de un tiempo se dieron cuenta los médicos que había amputado el seno a la persona equivocada.
“A ella se la hacía muy triste no tener un pecho. Dice que le duele la espalda”, dijo Berenice, su ángel guardián.
La mujer vive en la más completa soledad y el dinero que recibe de la Secretaría de Desarrollo Social en ocasiones no le alcanza para comer y sólo bebe café. La madre de Berenice, una mujer bondadosa la recibe en su casa, allá en Torreón, para compartir alimentos y compañía.
“Nunca se casó, pues la amputación del seno le afectó su autestima y consideró que jamás ‘conseguiría’ pareja para hacerlo”, según palabras de Berenice.
Estudió para ejercer el secretariado pero eligió atender la panadería de los padres; el negocio terminó de funcionar conforme sus padres iban envejeciendo. A sus 64 años trabajaba como mesera para solventar las necesidades de su padre. Fue hija única.
CLAMAN AYUDA
Berenice Ruiz, junto con Laura Cázares y Sandra Pineda, mujeres que apoyaron en el caso de don Ramón (aquel señor que velaba solo a su esposa en una capilla y gracias a las redes sociales decenas de saltillenses respondieron al llamado de ayuda), contactaron a VANGUARDIA para pedir apoyo a los ciudadanos y autoridades para el caso de Esther.
Están preocupadas, pues la pequeña habitación en que vive la mujer está por derrumbarse. Además temen que por desnutrición su estado de salud se vea afectado: la mujer, con el paso del tiempo ha perdido la totalidad de sus dientes y por lo que no puede comer cualquier alimento.
DRAMÁTICA REALIDAD
En el boletín titulado Situación de las personas adultas mayores en México, realizado por el instituto Nacional de las Mujeres en México, señala que el 12 por ciento de las mujeres y 9.2 por ciento de los hombres adultos mayores viven en soledad en hogares unipersonales, lo cual puede significar que están en situación de vulnerabilidad ante cualquier emergencia o necesidad que no puedan satisfacer.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha hecho público que de los más de 12 millones de adultos mayores que viven en México, el 80 por ciento lo hace en condiciones de pobreza y abandono.
Un 16 por ciento de los adultos mayores mexicanos sufre algún grado de abandono y maltrato, como golpes, ataques psicológicos, insultos o robo de sus bienes.
ÁNGEL DE LA GUARDA
> Berenice es aquella mujer que pidió apoyo a los saltillenses a través de redes sociales, para apoyar a “Don Ramón”, el hombre que velaba a su esposa y no contaba con los recursos para su entierro; decenas de personas respondieron de manera generosa.