Tiempo de evaluaciones

Usted está aquí

Tiempo de evaluaciones

Se evalúa a los profes y a las seños.

Si pasan, se les promueve —dicen— y si no, se les capacita. En caso de excelencia, la promoción —dicen—será sobresaliente.
Alguien preguntaba si también habrá evaluación a los mentores en las escuelas normales, de donde salen quienes dan clases.

Las evaluaciones podrían darse en el campo político para saber quién da la medida del puesto que desempeña. Ahí la capacitación ya resultaría tardía y quien no pasara el examen tendría que ser destituído.

En el campo jurídico y en el campo del pastoreo eclesial, en las tareas administrativas de la burocracia, en las filas de la milicia y en las categorías policiacas la evaluación tendría que ser periódica y repetitiva.

Evaluar a jefes y jefas de familia sería tarea complicada y de enormes proporciones. En ese ámbito, lo mejor sería esparcir capacitaciones constantes y que la meta fuera lograr el mayor numero de hogares integrados y maduros para que cimienten la educación de los hijos. 

En las estructuras presbiterales  se establece, en los planes pastorales, la formación permanente de los servidores de comunidad. Cada profesión tiene también programas de actualización, no siempre precedidos de evaluación.

La autoevaluación es una práctica sana en todos los ambientes. La gente responsable suele practicarla y no pocas veces desemboca en una autoformación. Así se suman los autodidactas, no siempre brillantes. Los resultados pueden adolecer de improvisaciones o falsas soluciones traídas de los cabellos.

En el campo de la información y difusión se dan notables altibajos. Contrastes de profesionalidad admirable y mediocridades estridentes. Se pueden armar patrañas y ruedas de molino para la comunión de la generalidad, privada de agudeza crítica.  

No es ocioso evaluar las modalidades estadísticas. Llaman encuesta a lo que es un simple muestreo o emplean universos que no captan lo sintomático. Los tiempos electorales han sido una exhibición risible de inexactitudes.

Encontrar lo valioso, lo auténtico, lo que ha superado la ineptitud, lo que es confiable y objetivo es una tarea de gran discernimiento porque abudan los gatos con piel de liebre.  

En el campo personal y grupal es útil el cuestionamiento. Es la pregunta certera y clara la que incentiva el pensamiento teórico, el práctico, el utópico y el crítico. Entonces hay autoevaluación, hay ideas, decisiones, sueños y el constante separar el grano de la paja en todas las áreas existenciales...