Hace unos días regresó a la plataforma de Amazon “The Tick” con seis nuevos episodios. Se trata de la segunda parte de la primera temporada de esta serie sobre el superhéroe “garrapata” que pretende salvar al mundo al lado del Arthur Everest, un joven con problemas de esquizofrenia con una habilidad para la investigación.

La serie se estrenó el año pasado y es otro de los proyectos originales de Amazon con los que pretende hacerle competencia a Netflix, Hulu y otras plataformas de streaming que cada vez cobran más importancia.

“The Tick” es un proyecto de bajo perfil, relajado, que a mi gusto realmente funciona porque combina elementos de comedia negra con guiños sangrientos y porque sus personajes se vuelven entrañables en pocos episodios.

The Tick es un superhéroe creado en 1986 por Ben Edlund. En 1994 se estrenó una serie animada sobre esta historieta, que permaneció al aire durante tres temporadas. Después, en 2001, el propio Edlund se involucró en la creación de una serie con actores reales (con Patrick Warburton como protagonista), sin demasiado éxito, pues de ella solamente llegaron a la señal de FOX nueve episodios. 

Ahora Amazon volvió a confiar en Edlund para lanzar de nueva cuenta, ahora con elementos visuales mucho mejor cuidados, una serie basada en las aventuras de este simpático superhéroe.

“The Tick” cuenta las andanzas de un extraño superhéroe que viste de azul, que tiene una fuerza impresionante, pero que es muy torpe para salvar al mundo puesto que no recuerda quién es ni a quién debería defender. En esta epata de amnesia conoce a Arthur Everest, un joven que de niño vio morir a su padre y quien desde entonces se dedica a buscar al culpable de esa pérdida, el villano The Terror, a quien todos dan por muerto.

Lo interesante de “The Tick” no es el problema general al cual se enfrentan nuestros protagonistas, sino la sátira que nos presenta de los superhéroes que se toman demasiado en serio. Qué Batman ni qué nada. Olvidemos a Iron Man y al Capitán América. Aquí la acción es incompetente, divertida y desenfadada. Los personajes, ineptos y bobos, consiguen hacer el bien gracias a la bendita suerte. 

Aunque no es una serie impresionante, su mejor cualidad está en la ligereza con la que se manejan sus historias y en que esta vez, al menos para mi gusto, existe una magia real, quizá inexplicable, que la hace entrañable para los televidentes. Es una opción muy buena para relajarse y burlarse de toda la mercadotecnia sobre superhéroes que en últimas décadas nos ha caído encima.

Por supuesto, sus actores protagonistas: Peter Serafinowicz (The Tick) y Griffin Newman (Arthur Everest), están genialísimos.  No se la pierdan.