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Thomas Mann supo retratar la complejidad de su época
Considerado uno de los más grandes escritores del S.XX, espejo de la turbulenta sociedad de su época, el destacado cuentista, crítico social, filántropo y ensayista alemán Thomas Mann será recordado hoy que se cumplen 142 años de su nacimiento, ocurrido el 6 de junio de 1875.
El ganador del Premio Nobel de Literatura 1929, es autor de una obra que sobresalió por incluir profundas reflexiones sobre las clases medias burguesas y la psicología del artista; la vida de contemplación y la de acción.
De acuerdo con el sitio "nobelprize.org", Thomas Mann nació en Lübeck, Alemania, en el seno de una familia de comerciantes, siendo el hermano menor del novelista y dramaturgo Heinrich Mann (1871-1950).
Luego de enfrentar la muerte de su padre, a los 15 años de edad se trasladó con su madre a Munich, posteriormente, gracias a su hermano se dedicó a colaborar en diversas publicaciones. En esos años asistió a conferencias de historia, economía, historia del arte y de literatura.
En 1892, trsa padecer tuberculosis, se retiró para dedicarse exclusivamente a la literatura y dos años después comenzó a publicar novelas, obras de teatro y ensayos, desarrollando una actividad político-cultural altamente comprometida, destacan datos del autor disponibles en el portal "mcnbiografias.com".
Como escritor, manifestó su postura e inclinación literaria y sociopolítica en la obra "Consideraciones de un apolítico" (1918), un ensayo autobiográfico en el que concluye que un artista debe estar integrado en la sociedad y se proclama en gran medida contra el "Zola", que publicó su propio hermano, aunque más adelante se volvió hacia la defensa de los valores democráticos.
De acuerdo con el sitio "Buscabiografias.com", en 1938 se trasladó a California, donde residió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, y desde allí dio una serie de charlas radiofónicas de propaganda para la BBC bajo el apelativo común de Deutsche Hörer (1940-1945, ¡Oyentes alemanes!) y diversas conferencias de orientación antifascista.
En 1947, ya con la nacionalidad estadounidense, visitó Alemania y participó en la primera reunión de posguerra del PEN-Club en Zurich.
En 1952, decepcionado por la situación en Estados Unidos a raíz de la muerte de Franklin D. Roosevelt, volvió a Europa y se estableció de nuevo en Suiza, vastamente honrado a partir de allí por sus conciudadanos alemanes.
Entre su producción literaria destaca "Los Buddenbrook" (1901), novela subtitulada "decadencia de una familia", que narra precisamente el progresivo declive de una estirpe hanseática en el curso del siglo XIX, sobre el fondo de los procesos de cambio sociológico producidos en esa época.
Escrita bajo la influencia del radicalismo cultural de Nietzsche, en sus páginas aparece la oposición entre mundo y arte, lo que será un tema recurrente en el autor.
Durante la emigración, se convirtió en presidente de la Comisión Preparatoria del Frente Popular alemán y fue nombrado presidente de honor del Partido Socialdemócrata exiliado de Alemania.
El sitio "Alohacriticon" señala que tras pasar por Suiza terminó residiendo en los Estados Unidos, donde trabajó como profesor de la Universidad de Princeton.
Luego se trasladó a Zurich, Suiza, donde falleció el 12 de agosto de 1955. Tenía 80 años.