Test para saber si tu candidato es autoritario

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Test para saber si tu candidato es autoritario

En el libro “How democracies die”, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt rescatan una propuesta harto interesante, pero nunca desarrollada por el politólogo español-alemán Juan Linz. La propuesta vale la pena, pues sugiere una especie de test para distinguir cuando un político es autoritario –o aspira a serlo– una vez que esté en el poder.

Vale la reflexión toda vez que uno de los grandes temas de la coyuntura electoral es precisamente la tentación autoritaria de nuestros candidatos y sus partidos.

No es secreto que el adjetivo “autoritario” se usa sobre todo para aludir a Andrés Manuel López Obrador, pero  cabe señalar que incluso el mismo Ricardo Anaya es criticado al interior de su partido por la actitud excluyente y poco conciliadora que le permitió hacerse de la candidatura panista.

Y ni hablar de las prácticas, esas sí autoritarias con todas sus letras, del PRI como partido en el poder, al desmantelar y usar las instituciones para atacar a sus críticos y rivales. El más reciente ejemplo: la difusión que hizo la PGR de un video privado con fines de “transparencia”. Ajá.

Con base en ese trabajo inacabado de Linz, los autores Levitsky y Ziblatt desarrollaron un cuestionario más preciso y ampliado de cuatro elementos para dilucidar cuando un político es antidemocrático o autoritario.

Primero, ¿el político muestra rechazo o un débil compromiso con las reglas del juego democrático? Es decir, ¿rechaza los postulados de la Constitución o los viola? ¿Sugiere la necesidad de medidas antidemocráticas como cancelar elecciones, bloquear ciertas instituciones o restringir ciertos derechos civiles o políticos? ¿Busca usar medidas extra constitucionales para cambiar el Gobierno? Y ¿amenaza con minar la legitimidad de las elecciones al no aceptar resultados electorales creíbles?

Segundo, ¿niega la legitimidad de sus oponentes políticos? O sea, ¿describe a sus rivales como subversivos o contrarios al orden constitucional? ¿Afirma que sus oponentes son una amenaza a la seguridad nacional? ¿Describe a sus rivales partidistas como criminales y los descalifica para participar en la contienda electoral? ¿Sugiere que sus rivales son agentes extranjeros o que trabajan  en alianza o como empleados de Gobiernos extranjeros que usualmente son enemigos?

Tercero, ¿muestra tolerancia o alienta a la violencia? Es decir, ¿tiene vínculos con fuerzas paramilitares, guerrillas o milicias u otras organizaciones vinculadas a violencia ilícita (crimen organizado por ejemplo)? ¿Alienta él/ella o sus aliados partidistas ataques multitudinarios o linchamientos contra sus oponentes? ¿Endosa tácitamente la violencia a sus seguidores al negarla o ambiguamente rechazarla o condenarla? Y ¿alaba o se niega a condenar otros actos significativos de violencia en el pasado o en algún otro lugar del mundo?

Cuarto, ¿está dispuesto o dispuesta a acortar libertades civiles de sus oponentes, incluyendo la prensa? Con mayor precisión, ¿ha apoyado leyes o políticas públicas que restrinjan libertades civiles, tales como expandir leyes sobre difamación, restricción de la protesta o crítica al Gobierno? ¿Ha amenazado con tomar acciones legales contra sus críticos o rivales partidistas, de la sociedad civil o de la prensa? Y ¿alaba medidas represivas tomadas por otros Gobiernos, en el pasado o en algún otro lugar del mundo?
Todavía no estamos en campaña, pero durante ellas tendremos chance de responder a esas preguntas con más información y mejores elementos concretos. Habrá oportunidad de ver los reflejos y escuchar el discurso de los candidatos presidenciales. Ignoro aún la mecánica de los debates, pero espero que nos permitan distinguir ideas, propuestas y respuestas ante temas importantes de política pública en materia económica, de seguridad, educación, etc.

Las preguntas son duras y merecen amplias respuestas para cada una. Seguro al leer cada una pensó en los rusos, en Venezuela, en la amenaza de demanda a Animal Político, en el uso personal de los spots, en la intolerancia a la crítica, entre otras cosas.

Por eso lo invito a relfexionar en el actuar y el decir de José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, en las y los aspirantes independientes, en sus candidatos locales a gobernador, diputado, alcalde. Saque usted sus propias conclusiones para que vote mejor, yo sólo le comparto una herramienta que me parece útil e interesante sin que sea exhaustiva o definitoria.

¿Quién sería el más reprobado de este test?, ¿quién calificaría como demócrata y quién como autoritario? Hágalo por favor antes de votar, porque una vez instalado el autoritario en el poder, la democracia se pone más difícil.

@IngAdrianLopez