Teófimo López se convirtió en el nuevo referente del boxeo mundial al derrotar al mejor libra por libra, Vasyl Lomachenko, y se adueñó de los cuatro principales cinturones del peso ligero, además de ser el más joven campeón indiscutido. 

El norteamericano de sangre hondureña venció por decisión unánime a Vasyl Lomachenko en un duelo ampliamente esperado y que cubrió las expectativas de los aficionados pues no solo sostuvieron una guerra de estrategias, también olvidaron la guardia y enfrascaron en intercambios de golpes.

 “Tomé el control. Dije que lo haría y me siento muy feliz. Sabía que si no lo dejaba asentarse y rompía con su jab eventualmente lograría meterlo al terreno de pelea Soy un peleador, amo pelear y por eso salí a hacerlo. Es lo que hace un peleador y salí victorioso. Honestamente lo seguí presionando”, dijo Teófimo López.

Durante los primeros seis rounds López tuvo más control de la pelea, dejando a Lomachenko sin mucha frecuecia de golpeo y con pocas emociones.

Fue a partir del séptimo cuando el ucraniano se fue al ataque y presionó, acortó distancia y comenzó verdaderamente la pelea. 

 Con la potencia de su lado, Teófimo siguió haciendo de las suyas, aunque la pelea llegó a ensuciarse en un par de ocasiones con algunos choques de cabezas, que eventualmente llevaron a Teófimo a sufrir un corte en el último episodio. 

Las tarjetas fueron 116-112, 119-109, 117-111 a favor del norteamericano que decidió festejar con una maroma. 

Con este descalabro, Lomachenko sumó su segunda derrota profesional en 16 encuentros. La primer que sufrió fue a manos del mexicano Orlando Salido en 2014. 

“Puedo subir a las 140 libras o puedo enfrentar a Devin Haney… yo estoy listo para tomar el control”, dijo Teófimo al finalizar el combate.