‘Tengo que ser mala para encajar’

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‘Tengo que ser mala para encajar’

Esta semana platiqué con una chica de 16 años que cursa preparatoria por su problema de interacción e integración social con sus compañeros. Y me comentaba: “Maestro no encajo en la preparatoria. Voy a la cafetería un chico viendo pornografía, otros dos fajando debajo de una mesa, otro grupito vapeando (fumando cigarrillo electrónico) marihuana, otros planeando la “pe…” para el fin de semana, mis amigas se la pasan criticando y burlándose de las compañeras y el chico que tiene cierta madurez se la pasa en los videojuegos. Mis valores son muy claros y sé que es lo importante en la vida, pero me duele no estar con ellos compartiendo lo que soy y no en cosas de niños. Entonces, maestro mi pregunta para usted es ¿TENGO QUE SER MALA PARA ENCAJAR”?

Al platicar con ella noté que es una adolescente muy centrada y madura que quiere interactuar con compañeros para compartir su juventud sanamente y prepararse para su vida adulta. Es muy sensible en las necesidades de los demás y quiere realizar una pequeña fundación para ayudar a niños abandonados y huérfanos. Sin embargo, sus compañeros están en otro canal y eso la desilusiona. Me comenta: “Maestro, realmente no me molesta que me digan perfectita y santita, pero quiero amigos que compartamos algunos valores y tengamos un sentido de vida significativo para nosotros y los demás. No los encuentro y esto me hace sentir sola y crea que estoy equivocada. Y le hago otra vez la pregunta: “¿Hay que ser mala para encajar? Estoy muy desilusionada de la vida.” La preparatoria es una de las etapas más hermosas de la vida. Se llega a la madurez de la adolescencia, se inicia la juventud con esperanza, se hacen amigos para toda la vida, se inicia el primer amor, se conforma y fortalece la personalidad e inicia a la vida profesional. 

La vida se ha revertido. Ahora algunos papás justifican sus hijos por sus malos comportamientos diciendo: “Son adolescentes.” “Déjalos ya que solamente se vive la adolescencia una vez en la vida.” “Son chicos que no tienen ninguna intención de lastimar.”

Antes los chicos trataban de vivir con buen ejemplo y seguir los patrones sociales “aceptados” para encajar en su medio, sin embargo, esto ha cambiado. Muchos adolescentes para ser aceptados o encajar en sus grupos necesitan tener conductas que sean espectaculares y únicas. Desafortunadamente, muchas de ellas atentan contra su salud física, mental y emocional. En nuestro último libro Padres Contracorriente: El valor de decirles “NO” cuando otros dicen “SÍ” sin sentirnos culpables alertamos de la tendencia que existe entre muchos papás de ir a favor de la corriente para no confrontar con sus hijos o perder su “amor”. Y el capítulo: Ser buen padre en el Siglo XXI mostramos la importancia que no sólo los padres deben estar preparados para ir contracorriente sino también los hijos. No significa que los adolescentes rechazarán sino se acomodarán entre sus amigos sin perder su integridad.

@DrJesusAmaya jesus.amaya@udem.edu