ESTIMADA ANA:

 Confieso que soy un hombre de 38 y no trabajo, sigo viviendo en la casa de mis papás y no tengo novia porque me da tremenda flojera.

 Terminé la carrera y aunque nunca fui el mejor de la clase, la verdad no salí tan peor. Mis papás siempre me han dado de todo y hasta más, nunca me ha faltado nada, visto bien, viajo, traigo un súper coche y mi casa es grande y cómoda.

 Intenté comenzar a trabajar después de graduarme, de eso ya pasaron casi diez años, pero la verdad en ninguna parte me gustó, pues los sueldos eran súper bajos y yo sabía que una vez trabajando, mi papá iba a dejar de darme dinero para mis gastos, lo que significaba que al comenzar a trabajar, me perdería de todos esos privilegios de los que hasta la fecha, gozo. La otra opción era trabajar en alguna de las empresas de mi papá pero pues usted sabe, llega una edad en la que a uno le da pena todo y pues nunca acepté.

 No crea, a veces sí me deprimo y quisiera hacer algo de provecho además de llevar a mi mamá al súper o a visitar a mi abuelita, pero la verdad veo cómo mis amigos andan bien apurados levantándose temprano y saliendo muy noche y se me quitan las ganas.

 Y ese es el otro tema escabroso, la mayoría de mis amigos ya están casados y andan con sus niños para todos lados, sus esposas ya no los dejan salir los viernes y sus vidas se han vuelto demasiado monótonas.

 Yo no me visualizo así, con esposa y niños, manteniendo una casa o preocupándome por pagar los recibos de los servicios. Luego dicen que las colegiaturas están muy caras, bueno, eso sí lo sé porque siempre estudié en colegios privados, pero de eso, a yo tener que pagarlos, pues no es lo mismo.

 Reconozco que hay días en que me siento insoportable y no quiero ver a nadie, mi papá ya me ha dicho de mil maneras que me vaya a alguna de sus empresas, que incluso puedo elegir en lo que me gustaría trabajar y yo me niego.

 En los últimos días él ha estado un poco enfermo y me insiste en que lo acompañe, que algún día seré el encargado pero que necesito involucrarme más tiempo, pero no sé, sigo con dudas, pues ahora pienso que seré el hazmerreír de todos al intentar hacer algo que debí haber comenzado hace mucho tiempo. ¿Usted qué piensa al respecto? Gracias. 

MAU
 
ESTIMADO MAU:

Es increíble con que facilidad aceptas y reconoces que te has convertido en una persona cómoda y que además, no estás dispuesto a salir de tu zona de confort.

 Eso de sacarle la vuelta a la responsabilidad y a la obligación desde niño solo ha tenido una consecuencia: convertirte en un adulto sin la fuerza, el empuje y las ganas necesarias para hacer alguien en la vida. Te has acomodado tan bien en esa vida tan placentera, que el día que te proponen hacer algo diferente, no quieres porque crees que no puedes.

 Y no es que no tengas la capacidad de hacer las cosas, pues tuviste la gran oportunidad de estudiar, sino que tu forma de pensar ha hecho que no quieras experimentarlo. Tienes la gran oportunidad que muchos en esta vida quisieran: tu papá tiene su propia empresa y ahora te está invitando a que te acerques, que en un futuro será tuya e increíblemente lo estás pensando.

 Pero aquí no hay más opciones: o sigues envuelto en esa dinámica de comodidades sin responsabilidades, o te das cuenta que nunca es tarde para lograr hacer algo por ti mismo, sin esperar que alguien resuelva tus problemas.

ANA