Despejada la incógnita sobre la elección presidencial, la atención se concentra, de forma necesaria, en los resultados de las elecciones legislativas, sobre todo por dos razones:
La primera es de carácter histórico: hace más de dos décadas el Presidente de la República no cuenta con el respaldo de un Poder Legislativo integrado mayoritariamente por miembros de su propio partido. Ernesto Zedillo fue el último en tener un “congreso amigo” y sólo durante la primera mitad de su mandato.

La segunda está relacionada con la petición realizada en forma reiterada por el futuro Presidente, sobre todo durante la segunda mitad de su campaña, a sus seguidores: el llamado al “voto parejo” para asegurar la mayoría parlamentaria.

Las proyecciones conocidas ayer, luego de las primeras horas en las cuales comenzaron a fluir los resultados del PREP, parecería indicar la cristalización del “carro completo” para el líder de Morena, aunque existen algunos matices dignos de mención.

Al cierre de esta colaboración, el PREP concedía ventaja a la Coalición “Juntos Haremos Historia” en 216 de los 300 distritos electorales del país, es decir, el 72 por ciento de todos los distritos. En el caso de las senadurías, le coalición lopezobradorista iba arriba en 25 de 32 entidades, es decir, el 78 por ciento del total.

Sin embargo, las cifras del PREP señaladas arriba correspondían a menos del 20 por ciento de las casillas, lo cual obliga a ser cautos antes de considerarlas una tendencia a la cual se ajustarán el resto de los datos a los cuales tendremos acceso conforme pasen las horas.

Por otro lado, es necesario señalar un detalle: la determinación del número final de diputaciones a las cuales accederá cada partido depende de una serie de cálculos, más o menos complejos, difíciles de predecir desde ahora porque implican considerar los votos emitidos en las casillas especiales, “separar” los votos correspondientes a cada partido integrante de las coaliciones, realizar el cómputo de las cinco circunscripciones electoral y considerar los límites de sobre representación establecidos en la legislación electoral.

El caso del Senado es menos complejo, porque existe una sola cicunscripción nacional, pero de cualquier forma es necesario también “separar” los votos por partido y verificar los límites de sobre representación.

Solamente la encuestadora Mitofsky se arriesgó ayer a realizar una predicción en este terreno y, a partir de los datos de sus encuestas, realizó un cálculo según el cual, Morena y sus aliados podrían tener un mínimo de 248 y un máximo de 298 diputados federales, mientras en el Senado tendrían un mínimo de 55 y un máximo de 71 bancas.

De acuerdo con éste cálculo, es posible para López Obrador y sus aliados alcanzar la mayoría en el Congreso, pero también podrían no obtenerla. La incógnita se despejará, en primera instancia este miércoles, al realizarse los cómputos distritales y en definitiva el domingo, cuando se asignen las diputaciones y senadurías de representación proporcional.

Independientemente de ello, una cosa puede asegurarse desde ahora: ningún partido tendrá, por sí sólo, la mayoría en niguna de las dos cámaras del Congreso de la Unión, aunque la coalición con la cual López Obrador Obrador ha conquistado la Presidencia de la República tiene altas probabilidades de reunir los votos suficientes para superar el 50 por ciento y eso, de cualquier forma, no sería poco.