Las producciones teatrales durante 2017 no dejaron de estar presentes en la cartelera local. Ya fuera como parte de festivales o cada una en su respectivo espacio, a través de ellas fuimos testigos de historia dramáticas o cómicas, pesadas o ligeras, complejas o simples; en fin, una muy amplia oferta que se antoja similar para 2018.

La mayoría de las puestas en escena que figuran en esta lista fueron creadas desde el ámbito independiente, otras tantas recibieron apoyos y becas y algunas más nacieron en el seno de una organización gubernamental o universitaria.

En particular fueron precisamente las producciones independientes, las pequeñas, las que más sobresalieron. Y aunque algunas de estas fueron luego parte de festivales y acreedoras de becas gubernamentales, nacieron como propuestas de miembros de la sociedad civil.

Jacinto y Nicolasa
Un día, Jacinto (Eduardo Ramírez) amanece confundido en el desierto para darse cuenta de un hecho que, aunque no puede recordar nada, está seguro de que él fue el culpable. Nicolasa (Marina Moya) es una madre que está en la búsqueda constante de su hijo quien fue secuestrado por el narcotráfico.

Dos monólogos representados a la par en los que los protagonistas muestran al público la cosmogonía rarámuri, la importancia de los sueños en su cultura y la situación que viven con la actual ola de inseguridad. Dirigida por Gabriel Neaves y con libreto de Camila Villegas, se estrenó en junio en Casa Tiyahui y fue parte de la Muestra Estatal de Teatro en Agosto.

Amarillo
El año comenzó con esta obra que, en palabras de nuestro colaborador, el escritor Javier Treviño Castro, “concluí que muy pocas veces he presenciado un montaje tan completo, tan avasallador y tan inquietante como éste”.

En la puesta en escena el protagonista hace el camino que cualquier migrante debe recorrer, esa dura y cruel odisea de la cual no todos sobreviven; y aunque fue estrenada en 2010, a cargo de Jorge Vargas, con libreto de Gabriel Contreras y producida por Teatro Línea de Sombra y México en Escena, continua vigente, especialmente en 2017, con los discursos antiinmigrantes que han arrasado los titulares.

Las brujas de Salem
Presentada en febrero, está basada en “El Crisol” de Arthur Miller, e interpreta lo ocurrido durante los juicios de 1692, cuando el pueblo de Salem, Massachusetts, se zambulló en una caza de brujas, temeroso de la ira de Dios y los nexos con satanás.

Producida por Taumateatro, dirigida por Saúl Martínez y presentada en la Casa La Besana, esta puesta en escena destacó por haber retratado con fidelidad el ambiente del Massachusetts colonial, y por retratar lo que sucede cuando el temor a lo desconocido nubla el juicio de las personas.

Arrullos para Benjamín
Benjamín (Bernardo Vega) tiene la curiosidad inmensa por conocer a su padre, a quien nunca ha visto pero Hugo (Rafael Hernández) evita el tema cada que su hermano menor insiste, tratando de convencerlo para que no indague más. Sin embargo, ante sus inútiles esfuerzos por distraerlo decide en cambio inventar historias sobre el progenitor para complacer su curiosidad.

La compañía Finisterre Teatro fue una de las que más presencia tuvo durante el año y con esta obra, libreto de Hasam Díaz, exploró un teatro distinto al que acostumbra, con temas más adultos y de cabaret. La obra se presentó en abril, en el Teatro García Carrillo

Las penas saben nadar
Una actriz irrumpe en un festival de monólogos, al que no se ha inscrito, para presentar el suyo: “La voz humana” de Jean Cocteau. Mientras se prepara para presentarlo, nos narra, en medio de tragos de alcohol, sus frustrantes experiencias en el medio teatral, sus fallidas relaciones amorosas, la soledad en la que vive, su fracaso como actriz y la falta de valor para aceptar sus errores. El monólogo de Cocteau nunca se materializa y presenciamos un acto confesional e íntimo de la vida de una actriz y una mujer protagonizada por Sylvia Vilchis.

La diosa de la noche
Julia posee una visión muy idílica del amor; su esfuerzos como prostituta no son los mejores ni los provoca una necesidad financiera, de hecho se trata de una curiosa venganza ambientada en los 80’s.

El libreto es una adaptación de Javier Treviño del cuento “Como una diosa” de Antonio Parra y durante los fines de semana de septiembre, en el Teatro de Cámara Jesús Valdés, el monólogo fue interpretado por Victoria Anaid.

Mis niñas migrantes
Un grupo de cinco niñas emprende el viaje para buscar el país de Jamás de los jamases, a donde muchos de los adultos de su nación han partido en busca de mejores oportunidades, aunque el camino no será sencillo.

Producida por Talento Teatro Para Niños, a cargo de César Alonso Valdés, buscó presentar a un público infantil las realidades de la vida de los migrantes a través de un lenguaje sencillo.

También destacaron:
Los musicales
Hairspray se presentó en abril en el Teatro de la Ciudad, fue producida por Espacio Escénico

Eternamente Divas deslumbró mayo también en el Teatro de la Ciudad y fue una producción universitaria de la UA de C

Las óperas
Artescénica y el Estudio de Ópera Armando Fuentes Aguirre en dos fechas distintas (los primeros durante el verano y los segundos en noviembre) presentaron la ópera de Giaccomo Puccini “Suor Angelica”, estos últimos también se lucieron con Gianni Schicchi en La Besana durante el festival Toi Toi Toi a mediados de diciembre.

Además, la UA de C montó la zarzuela —que en sí no es un ópera, pero hace uso de la misma técnica vocal—, “Luisa Fernanda”, en dos fechas, una en Saltillo y otra en Monclova.

La apuesta por los jóvenes
El Instituto Municipal de Cultura trajo al dramaturgo Saúl Enríquez, quien trabajó con jóvenes de de la ciudad y creó un libreto original, inspirado en los temas que son constante durante la adolescencia y crearon y montaron “Plataforma Irina”, una distopía futurista que presentaron durante el último semestre del año en diversas secundarias de la ciudad.

También, a principios de año, en febrero, la compañía torreonense Detestable Teatro trajo la puesta en escena “Curva Peligrosa” la historia de tres jóvenes que comienzan a descubrir los placeres, las incertidumbres y los riesgos de la adolescencia.