¿Te invito a cenar?

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¿Te invito a cenar?

El Antojista nos guiará con su columna por las delicias de la ciudad, conóce su primer descubrimiento

Todos sabemos que cuando escuchamos esta pregunta siempre significa algo más, si no vives con tus papás y te invitan a cenar, siempre es para hablar de algo importante. Si la persona que te gusta te lo dice, puede ser el primer paso rumbo al Registro Civil. Si se relaciona con el trabajo, normalmente es positivo, puede ser el inicio de un proyecto, se puede afianzar una alianza o se puede cerrar un trato. En todos estos casos y en muchísimos más, un buen platillo siempre te ayudará a llevar las cosas por el mejor camino, entonces la gran pregunta es ¿en dónde vamos a cenar, (o comer, o desayunar)? Proponer respuestas a esta pregunta le dió vida a esta columna.

En VANGUARDIA  queremos fomentar tu curiosidad, queremos que te aventures a probar nuevas cosas y que las compartas con tu gente, pero queremos que vayas a lo seguro. Con esta columna te queremos invitar a descubrir o redescubir cómo evitar caer en la rutina dándote información que te ayudará a sacarle el mejor provecho al menú de la ciudad.

¿Cómo? No es algo nuevo, visitaré algunos lugares en la ciudad y cada quince días les hablaré sobre uno, por ejemplo, esta semana me encontré con el Very Italian Pasta (VIP), fui como cualquier persona, sin decir que soy de prensa, ni que se va a escribir sobre la experiencia y me llevé una grata sorpresa que me encantaría que probaras. Cabe dejar claro que quien escribe no es ningún profesional de la gastronomía, y la experiencia que tengo al respecto es completamente empírica, en pocas palabras, soy una persona que le encanta comer y descubrir nuevos sabores, soy un gastrónomo “de a pie” y lo único que me interesa es compartir mis experiencias esperando que te ayude a ti a elegir el lugar perfecto para cada ocasión y de paso dar algunas sugerencias a los restauranteros para que nuestra experiencia y su servicio, por tanto el negocio, sea mejor. Estamos seguros que podemos ganar todos.

Habiendo aclarado todo esto les quiero hablar de mi último descubrimiento, el VIP. El establecimiento se encuentra en la Plaza Las Garzas (Venustiano Carranza #1639, República Oriente), para mayor referencia es la plaza comercial que construyeron hace poco, se encuentra pasando la Secundaria Margarita Maza de Juárez. Desde que colocaron los viniles me llamó la atención, en lo personal soy fanático de los lugares de comida italiana, pero la oferta auténtica es escasa en la ciudad, el Very Italian Pasta llegó para enriquecerla.

El lugar aunque está un poco escondido, está muy bien distribuido, tiene una barra que dá al exterior por si te quieres escapar un día del trabajo para darte un “gustito”, tambien tiene una barra alrededor de la zona de preparación, que es perfecta para los curiosos como yo y en el segundo piso tienen unas cuantas mesas como para comer en pareja o en grupos, no puedo evitar mencionar el mobiliario, me enamoreé de las sillas.

El restaurante es atendido por los chefs Chef Giorgio y Giacomo, ambos son tan italianos como su acento, según su Facebook, son originiarios de la ciudad de Tunín, al norte de Italia. Al entrar al lugar me recibió Giacomo, al llegar a la mesa se presentó y me explicó el concepto del lugar aclarando que ellos mismos hacen toda la pasta que utilizan y que utilizan ingredientes de la más alta calidad.

La oferta de bebidas aún escasa, tal vez habrá que esperar a que cumplan con las disposiciones municipales para disfrutar una copa de vino con tu comida, pero por lo pronto puedes saborear una deliciosa San Pellegrino de Naranja.

En mi visita probé las especialidades de la casa, la lasagna y los canellonis, ambos estaban deliciosos, el secreto, como siempre en la comida italiana, creo que está en la salsa de tomate, además, si nunca has probado una pasta casera, este es el mejor lugar, notarás la diferencia de inmediato. En general la preparación estaba perfectamente equilibrada, la salsa se notaba que estaba hecha con tomate natural y preparada con esa experiencia que le resta acidez y controla a los condimentos, únicamente me hubiera gustado saborear más el queso, pero eso es cosa mía, si accidentalmente bañaran a mi madre en queso, lo más probable es que ahora fuera huérfano. Me declaro orgullosamente adicto a cualquier tipo de queso.

El relleno de los canellonis estaba para chuparse los dedos, la carne estaba molida tan finamente que el interior se parecía a un pastel de carne, pero con una consistencia suave, respetuosa del perejil y completamente amigable con la salsa bechamel que acompañaba a la salsa de tomate. La lasaña también estaba en su punto, pero si solo tuviera que elegir uno de los dos platillos, definitivamente me quedaba con los canellonis.

Los complementos para aderezar tu platillo son los básicos, una botella de vinagre balsámico y una de aceite de oliva curado con una ramita de romero y unas rodajitas de chile rojo y verde, también muy recomendable para disfrutar del pan fresco.

En general es un lugar muy recomendable, las porciones son buenas aunque creo que agraeceríamos una ensalada sencilla o alguna guarnición ligera de vegetales, en la carta también tienen una sección de ensaladas, pero siento que pedir una ensalada completa y aparte un platillo, puede ser mucho. Esperemos que pronto también agreguen los postres a su carta, ya que hasta que los busqué en Facebook supe que también preparan Tiramisú y el día que los visité tenía el huequito justo para algo dulce, tendré que regresar a probarlo junto con el “Arancino d’ Sicilia” que no me puedo sacar de la cabeza.