Te contamos qué es y cómo se calcula el balance general de una empresa
Cada ámbito social, cultural o laboral tiene su vocabulario específico que sirve para desarrollar con total normalidad cualquiera de sus actividades. Es frecuente que cada sector se comunique mediante una jerga concreta y conocida por todos los de su mismo entorno, ya que permite llevar a cabo sus tareas de forma sistemática y bajo un mismo paraguas donde la comprensión de lo establecido es la misma.
Pese a la viabilidad de este hecho, lo que ocurre en muchas ocasiones es que esta dinámica aleja ciertas acciones de los ciudadanos de a pie. Esto no debe ser necesariamente un problema en según qué ámbitos, pero cuando hablamos de mundos que tienen un impacto directo e indirecto claro en la sociedad, es necesario que todo el mundo pueda entender - en más o menos medida - de aquello de lo que estamos hablando. Esto ocurre sobretodo en el entorno económico, financiero y empresarial, que está totalmente relacionado y de forma transversal a cualquier tipo de tarea. De ahí la importancia de entender algunos conceptos clave como, por ejemplo, el balance general.
La actualización del balance general o de situación es un documento público y es obligatoria para todas las empresas como mínimo una vez al año
¿De qué hablamos cuando hablamos de este concepto? El balance general (también conocido como balance de situación, balance contable o estado de situación patrimonial) es un estado financiero que en un momento determinado refleja la información económica y financiera de una empresa. Se separa en tres masas patrimoniales: el activo, el pasivo y el patrimonio neto.
- El activo incluye todas aquellas cuentas que reflejan los bienes y derechos de los que dispone una entidad concreta, es decir, lo que la empresa posee. Todos los elementos del activo tienen el potencial de traer dinero a la empresa mediante su uso, su venta o su intercambio.
- El pasivo refleja todas las deudas y obligaciones económicas que tiene la empresa, lo que se debe. Estas deudas permiten a la empresa financiar su actividad y le sirve para pagar su activo, es decir, son deudas que tenemos en el presente pero que hemos contraído en el pasado. Por ejemplo, un préstamo bancario.
- El patrimonio neto comprende los fondos propios de la empresa, es decir, todos aquellos elementos que constituyen la financiación propia de la empresa: dinero aportado por los socios, dinero acumulado de beneficios anuales anteriores, etc.
Cada uno de los elementos de esta estructura representa unos grupos determinados de cuentas contables. El activo se calcula a partir de la suma del pasivo y del patrimonio neto, pero es muy importante que la suma de ambas partes dé el mismo resultado. Del mismo modo, el patrimonio neto puede calcularse como el activo menos el pasivo, ya que representa los aportes de los accionistas más los resultados no distribuidos y es un indicador que muestra la capacidad que tiene la empresa de autofinanciarse para poder llevar a cabo inversiones. Como consecuencia evidente, el patrimonio neto disminuye cuando los resultados son negativos.
Es importante y crucial para el buen desarrollo de una actividad empresarial que todos estos conceptos queden claros y estén gestionados de la mejor manera. Todas las empresas necesitan llevar una organización óptima para asegurar toda su actividad y tener controlados tanto los pagos como los cobros, y precisamente es por ello por lo que ejecutar el balance de situación es obligatorio.
¿Para qué sirve el balance general de una empresa?
Al tratarse de una herramienta que ofrece información básica de la empresa (cantidad de efectivo de que dispone, cantidad de deuda contraída, bienes de que dispone, etc) es indispensable que se tenga un mantenimiento acurado de todo el contenido empresarial necesario. Y es que mantener una buena organización del balance no solo va a ser positivo de cara adentro, sino que puede atraer a otros inversores debido a que es un documento público que todas las empresas deben hacer de forma obligatorio como mínimo una vez al año. Por lo tanto, su usabilidad es multicausal, y responde a la necesidad imperativa de llevar al orden todo lo que ocurre financieramente dentro de una empresa.
A todo esto, cabe añadir que el balance general es un estado financiero estático que calcula la situación en la que se encuentra la empresa en un momento dado. Es decir, dentro de un balance no vamos a encontrar información acerca de variaciones o cambios que han podido darse en un periodo de tiempo concreto. Si queremos evaluar qué transformación o evolución ha sufrido una empresa, deberemos hacer una comparación de diferentes balances generales anuales (como mínimo) y sacar nuestras propias conclusiones a partir de los datos empíricos.
Anteriormente, los fondos propios y el patrimonio neto se consideraban sinónimos. Sin embargo, según los nuevos criterios internacionales el patrimonio neto incluye además otras partidas, como los ajustes contables producidos por errores o cambios de criterio contable