CIUDAD DE MÉXICO.- Han pasado 45 años de la mayor tragedia del deporte colegial de Estados Unidos. El recuerdo del accidente aéreo que dejó 75 fallecidos sigue en la memoria de la Universidad de Marshall, de Virginia del Oeste, que hoy jugará el Tazón de San Petersburgo ante Connecticut.

El 14 de noviembre de 1970, el vuelo 932 de Southern Airlines, en el que viajaba el equipo, se estrelló cerca del aeropuerto local tras una derrota 17-14 ante la Universidad del Este de Carolina. Además de los entrenadores y personal del equipo, 37 jugadores iban a bordo.

Este incidente fue el final de una década de mala fortuna para la Universidad. En 1962, el estadio en el que habían jugado desde la Segunda Guerra Mundial fue declarado en ruinas. Entre 1966 y 1969 el equipo no ganó ningún encuentro, además el programa deportivo fue suspendido por acusaciones de su método de reclutamiento.

Para 1970, el equipo parecía estarse recuperando. La Universidad despidió a sus entrenadores y comenzó a reconstruir el programa.

El percance aéreo devastó a la ciudad de Huntington. Con el pasar de los años, la gente de la localidad recuerda exactamente en dónde estaba cuando escuchó la noticia del accidente.

Los días posteriores, la Universidad seguía de luto. El accidente desmoralizó a la comunidad escolar, por lo que se llegó a pensar en cancelar el programa deportivo.

Sin embargo, el entrenador Jack Lengyel, proveniente de la Universidad de Wooster, armó un equipo con los jugadores que no había hecho el fatal viaje, otros más de primer año y deportistas que nunca habían practicado futbol americano: fueron llamados La joven camada.

Con permisos especiales de la NCAA, un año después de la tragedia, el programa se reconstruyó y volvió a competir. Aunque ese año sólo ganaron dos juegos.

El equipo necesitó de más de 12 temporadas para recuperarse y tener su primera temporada ganadora.