A más de uno nos sorprendió esta semana el anuncio de Tatiana Clouthier como la nueva secretaria de Economía. Si bien era de esperarse que se moviera de la diputación federal (que le queda un año), no pensábamos que fuera al gabinete central de López Obrador.

Recordemos que durante la campaña fungió como coordinadora general y apoyó muchísimo al proceso de generar confianza, sobre todo al sector privado en el norte del país, a tal grado que se ganó el apodo de “Tía Tatis” en redes sociales, debido al impacto positivo que obtuvo en ese momento, sobre todo con los más jóvenes.

Al inicio del sexenio de López Obrador, Tatiana Clouthier decidió no incorporarse al gabinete porque dijo que quería cumplir como diputada federal. Esto es interesante, porque ahora asume una Secretaría que tiene a su cargo la implementación de la política económica, incluida el área de promoción en el extranjero (también recordamos que ya no existe ProMéxico y esas funciones quedaron dentro de la Secretaría de Economía), así como el impulso al recién firmado T-MEC, es decir, todo el andamiaje institucional que requiere la atracción de capital extranjero que quedó desprotegido tras la salida de Poncho Romo hace unas semanas.

Entonces, ¿por qué Tatiana Clouthier decidió aceptar este espacio? ¿será acaso un premio de consolación por haberle cedido a Clara Luz el espacio en la candidatura al gobierno de Nuevo León? Espero que no.

En el mensaje que compartió en redes sociales hace algunas semanas donde decía que no iría por la gubernatura de Nuevo León ya dejaba entrever que sus intenciones y/o aspiraciones estaban en el tema federal. Sin embargo, una Secretaría de Economía no debería ser el premio de consolación a nadie.

Hoy los retos que vive México en términos económicos son enormes, porque han aumentado considerablemente estos últimos meses a causa de la pandemia, lo que hace cada vez más importante promover el crecimiento y desarrollo de las pymes y evitar la fuga de capitales corporativos al extranjero, como ya ha estado ocurriendo desde inicios de este año.

La Secretaría de Economía debe ser el canal de comunicación directo y eficiente del gobierno federal con el sector privado nacional y extranjero.

La pandemia ha golpeado muy duro a las empresas en México y en el mundo, aunado a los problemas de confianza que ya teníamos a principios de este año (pre-COVID). Es urgente diseñar e implementar un plan bien estructurado para restablecer la confianza nacional e internacional en los mercados, aunado a trabajar en la atracción de inversiones, que nos permita generar empleos bien remunerados en el país.

Confío en la cercanía de Tatiana Clouthier con el presidente López Obrador para que no se haga de oídos sordos (otra vez).  Es ya bien sabido que a AMLO le gusta gobernar solo y que escucha a muy pocos (por no decir a nadie) y existe muy poco margen de maniobra por parte del gabinete.

Tatiana fue muy buena durante la campaña gestionando y articulando acciones concretas necesarias en tiempos complicados, espero nos dé una lección a todas y todos de cómo se deben hacer las cosas. El espacio que le toca ocupar es sumamente estratégico en la construcción de esta nueva realidad social y económica post-COVID.

Le deseo el mayor de los éxitos, nos conviene a todas y todos que le vaya muy bien a Tatiana Clouthier como secretaria de Economía.