Ciudad de México. Senadores del PRI, PAN y PRD afirman que por omisión de deberes se le puede fincar responsabilidades al mandatario estatal; juez de NL regresó al penal local al Z-27, causante de la violencia.

Hasta hace apenas tres meses Juan Pedro Saldívar Farías, alias El Z27, se encontraba recluido en un penal de máxima seguridad. Sin embargo, un magistrado de Nuevo León consideró que este hombre “no requería medidas especiales de seguridad”, y por ello ordenó regresarlo a la cárcel de Topo Chico, en donde encabezó el enfrentamiento que dejó a 49 internos sin vida y a 12 más heridos, cinco de ellos de gravedad.

Según reportes obtenidos por La Razón, fue el juez Rodolfo Pasarin de Luna, del Primer Tribunal Unitario del Cuarto Circuito, con sede en Monterrey, quien ordenó sacar del penal federal al Z27 y regresarlo a este, de menor seguridad, donde estuvo recluido más de año y medio.

Según el expediente 321/2014, Saldivar y otros tres reos apelaron para que los regresaran a Nuevo León: Rodolfo Gómez Yeverino, José Guadalupe Bautista Medina y Jesús Orlando Galindo Puente, todos considerados miembros de Los Zetas y, por ende, de alta peligrosidad.

En julio pasado el magistrado consideró que ninguno “reunía la calidad de internos que probablemente requieran medidas especiales de seguridad en términos de la ley”. Fue por ello que ordenó regresarlos. En noviembre, ya estaban de nuevo en Topo Chico.

Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, tardó nueve horas en salir a informar sobre el motín. La tardanza provocó que familiares de los internos se concetraran en los alrededores del penal exigiendo a gritos información sobre sus presos.

El mandatario dio una conferencia después de las 09:00 horas de ayer para informar que cerca de la medianoche del miércoles El Z27 y su gente se enfrentaron contra el grupo encabezado por Jorge Iván Hernández Cantú, El Credo, por el control del penal.

En el enfrentamiento, los reos prendieron fuego a las bodegas de víveres y ahí encerraron a algunos internos. Al menos cinco quedaron calcinados a tal grado que, hasta ayer por la noche, las autoridades no podían identificar sus restos.

Otros más fueron asesinados a golpes, unos más a navajazos y hubo al menos uno a quien mataron a  tiros. A algunos les fueron amputadas partes del cuerpo.

Para cuando se presentaron en el penal los grupos antimotines, en el penal ya había cuartos completamente cubiertos por las llamas y decenas de hombres sin vida. La Policía Federal arribó para trasladar a otros penales a algunos internos y para realizar un cateo en todas las áreas.

El Bronco descarta haya algún evadido

Tras el motín en el penal de Topo Chico, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, descartó que en este acto se hubiera registrado la fuga de algún interno o intento de esta, así como el uso de armas de fuego.

En entrevista de radio mencionó que la situación se controló alrededor de las 01:30 horas de ayer, y dijo estar al tanto de la situación en la que se encontraba la prisión: “Claro, he estado insistiendo mucho en el tema, de hecho yo propuse en el presupuesto federal la aprobación para el penal, no pudo ser aprobado porque no hay recursos para el nuevo penal”.

El mandatario estatal indicó que para el deslinde de responsabilidades, pedirá la presencia permanente de personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

Daniela Wachauf