Tanguyú, la diosa del amanecer que huyó de Tehuantepec

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Tanguyú, la diosa del amanecer que huyó de Tehuantepec

Foto: Twtter @Fonart_mx
Las niñas de la región del Istmo, en Oaxaca, reciben una muñeca cada inicio de año para recordar a la deidad que abandonó al pueblo zapoteca

En la época en que no existían los muñecos sofisticados, las niñas zapotecas de Santo Domingo Tehuantepec, en el Istmo, al empezar el año recibían un regalo muy especial, una pequeña muñeca de barro decorado de colores vivos, llamada Tanguyú.

El juguete de barro es elaborado por las alfareras del Barrio de Bixana, donde sigue la tradición de entregar la pieza en las fiestas para que las mujeres bailen el son de Tanguyú.

Según cuenta la tradición oral zapoteca, Tanguyú es la representación de la diosa del amanecer que un día apareció en Tehuantepec, pero al ver el desorden causado por su efímera visita decidió irse desilusionada. Por tal motivo, el primer día del año el pueblo zapoteca espera su regreso.

El cronista de Tehuantepec, Mario Mecott Francisco, comentó que en la mitad del siglo pasado las alfareras ofrecían sus muñecas de barro, exclusivamente, el primero de enero.

"Eran juguetes efímeros de la niñez de Tehuantepec y San Blas Atempa. A la par, también vendían un muñeco (semejante a un campesino) montado de un caballo”, explicó

Precisó que en un principio a la muñequita se le llamó, Basayú, y al muñeco, Tanguyú. Sin embargo, en algún momento de la historia del juguete de barro, a la muñequita se le empezó a nombrar como Tanguyú; sin que esto cause molestia.

La confusión ocurrió entre 1950-1960, cuando personas externas empezaron a escribir la historia de la región, pero con poco rigor científico”, refiere Mecott.