Talento Vanguardia: ‘Hay que tener el ojo bien educado para saber el momento exacto’
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Talento Vanguardia: ‘Hay que tener el ojo bien educado para saber el momento exacto’
Un fotoperiodista va más allá de capturar el momento exacto. Se trata de una mezcla entre experiencia, técnica y corazonadas. Así es como vive su profesión Marco Medina, miembro del equipo de fotógrafos de VANGUARDIA que ganó el primer lugar en la categoría profesional de la convocatoria “Ya basta, ellos también sienten”.
El concurso, que también premiaba otras modalidades como el cortometraje y fue organizado por las secretarías de Juventud, Medio Ambiente y Cultura, buscaba producciones que hicieran conciencia sobre el maltrato animal en el marco del Día Mundial de los Animales.
‘Canito’ como es llamado en la redacción, explicó que la fotografía a la que tituló “Entre la tradición y el maltrato’ fue tomada en el lienzo El Regalo durante una competencia de charreadas.
“Ese día el latoso de Israel Bautista, compañero de toda la vida de deportes, me dijo que fuéramos y pensé, ‘nombre, está bien lejos’, como siempre remilgamos los fotógrafos, pero es nuestra obligación cubrir los eventos”, relató el fotógrafo.
Al llegar al sitio, un compañero de Sociales se encontraba ahí y mientras platicaban se llevaba a cabo la competencia, cuando llamó su atención el momento en el que un jinete estaba por realizar un movimiento.
“Noté claramente que la laza del jinete a caballo estaba en las patas delanteras de la yegua, ahí dije ‘aquí viene la foto’, me anticipé y logré apretar el botón en el momento y se dio, me gustó, la guardé un ratito hasta ahora”, relató.
Día a día, los fotógrafos realizan grandes cantidades de disparos que resultan en fotografías que no alcanzan la publicación pero que sin embargo albergan momentos particulares que forman un acervo capaz de responder a las más diversas situaciones.
“Es algo que se siente, depende del evento. Por lo menos yo siento cuando es el momento correcto, entonces cuando la foto sale muy bien la guardas y se acercan estas oportunidades como convocatorias y concursos que afortunadamente me han llegado varias veces”.
Esto ya que no es la primera ocasión en la que el trabajo de Marco Medina es premiado, pues tanto en 2008 como en 2014 ganó el primer lugar en el Premio de Periodismo Cultural Armando Fuentes Aguirre, mientras que en 1989 ganó en Mejor Fotografía de la Liga Mexicana de Beisbol. Para él la clave es ser muy constante, educar el ojo y saber esperar particularmente en la fuente deportiva.
“Siempre me han gustado los deportes, para los fotógrafos es una muy difícil porque hay que capturar el momento exacto de la expresión del jugador, cuando la pelota está en su cabeza y el esfuerzo en el rostro de los jugadores, tienes que saber meterte hasta allá con tu telefoto, para poder mostrarle eso al lector”, explicó Medina.
Su carrera como fotoperiodista se remonta a cuando tenía 12 años de edad y acompañaba a su padre Jaime Medina, quien trabajaba para el extinto periódico El Sol del Norte a cubrir eventos deportivos.
“Me gustaba mucho ir a la carrera ciclista de Parras porque nos íbamos atrás en una camioneta tomando fotos a los ciclistas,ahí agarré el gusto por la fotografía gracias a mi papá”, aseguró.
Finalmente a los 17 años ingresó de manera formal a aquel periódico y en el 89 entró por primera vez a VANGUARDIA en la sección de publicidad, aunque también cubría la sección de locales.
Entre 1996 y 1998 trabajó en otro proyectos periodísticos en Monterrey y Saltillo para finalmente volver al equipo naranja, al que pertenece actualmente.
“Tiene altibajos, a veces recibes un regaño de tu jefe y eso te baja la moral, pero está la la tenacidad, siempre hay que sacar la cabeza y no darte por vencido, eso si haciendo las cosas siempre bien, por lo menos yo siempre intento andar alegre, contento porque a fin de cuentas el trabajo hay que hacerlo bien y en equipo”, señaló.
Esto a pesar de las complicaciones del mismo oficio del periodista, pues las experiencias buenas, malas y sorpresivas no acaban.
“Estábamos haciendo una investigación sobre un fraude de una empresa de créditos para casas.
Las lideresas de la colonia se dieron cuenta de que mi compañero y yo estábamos entrevistando a los vecinos. Nos encontraron y nos rodearon con palos y piedras, yo nada más escondía mi cámara; tuvieron que ir tres patrullas a sacarnos de ahí, nos hicieron ‘vallita’ y ¡‘vámonos! Esa vez fue la que la vi más cerca”.
Sin embargo el mundo no se detiene, ni las noticias, ni el oficio y por ello sigue valiendo la pena.
“La fotografía es un complemento muy importante, es la ventana de los periódicos, si no tienes fotos y puras letras no te llama la atención, pero si la tiene y además es una muy buena foto te hace querer saber de qué se trata y lees la nota. Yo creo que se trata de un 50% entre lo escrito y la foto”, finalizó.