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Tabaco contra marihuana
A medida que más estados en Estados Unidos legalizan la marihuana, algunos funcionarios, investigadores y otros se preocupan por lo que podría significar para uno de los mayores éxitos de salud pública del país: controlar el consumo de cigarrillos.
Si bien existen diferencias notables en los efectos de salud del tabaco y la marihuana, la yuxtaposición resalta ahora que generaciones de estadounidenses han recibido el mensaje de que fumar es malo para la salud.
"Estamos tratando de evitar que la gente fume cualquier cosa así que ¿para qué legalizar la marihuana?", preguntó un concejal de la ciudad de Nueva York, el republicano Peter Koo, en una audiencia reciente sobre la legalización de la marihuana.
Los defensores de la marihuana dicen que no hay comparación entre la hierba y el tabaco. Una amplia evaluación federal sobre la marihuana encontró que los riesgos para la salud pulmonar por fumarla parecen "relativamente pequeños" y "mucho más bajos que los del tabaquismo", la principal causa de muerte evitable en Estados Unidos.
A diferencia de los cigarrillos, hay evidencia de ciertos beneficios para la salud que aporta la marihuana, como aliviar el dolor crónico. Además de que se puede consumir sin fumarla. La mayoría de los estados ahora tienen programas para su uso médico legal, y 10 estados y el Distrito de Columbia han aprobado su uso recreativo.
"Son productos diferentes y necesitan ser tratados de manera diferente", dice Mason Tvert, un portavoz del Marijuana Policy Project, que aboga por su legalización.
Al mismo tiempo, estudios han demostrado un cruce entre el uso de la marihuana y el tabaco. Y si bien fumar cannabis puede ser menos peligroso que el tabaco para la salud pulmonar, la hierba no es totalmente inocua.
Algunos funcionarios de salud y activistas antitabaco también se preocupan por insertar la marihuana legal en el creciente mundo del vapeo, dadas las incertidumbres sobre los efectos a largo plazo de esa alternativa.
Si bien fumar cigarrillos es el principal factor de riesgo para el cáncer de pulmón, parte de la evidencia científica sugiere que no existe una relación entre fumar marihuana y dicho padecimiento. Eso es según un informe federal de 2017 que completó casi dos décadas de estudios sobre la marihuana, pero la investigación se ha visto limitada porque el gobierno federal clasifica la marihuana como una sustancia controlada como la heroína.
A diferencia de los cigarrillos, hay evidencia de ciertos beneficios para la salud que aporta la marihuana, como aliviar el dolor crónico. Además de que se puede consumir sin fumarla. La mayoría de los estados ahora tienen programas para su uso médico legal, y 10 estados y el Distrito de Columbia han aprobado su uso recreativo.
"Son productos diferentes y necesitan ser tratados de manera diferente", dice Mason Tvert, un portavoz del Marijuana Policy Project, que aboga por su legalización.
Al mismo tiempo, estudios han demostrado un cruce entre el uso de la marihuana y el tabaco. Y si bien fumar cannabis puede ser menos peligroso que el tabaco para la salud pulmonar, la hierba no es totalmente inocua.
Algunos funcionarios de salud y activistas antitabaco también se preocupan por insertar la marihuana legal en el creciente mundo del vapeo, dadas las incertidumbres sobre los efectos a largo plazo de esa alternativa.
Si bien fumar cigarrillos es el principal factor de riesgo para el cáncer de pulmón, parte de la evidencia científica sugiere que no existe una relación entre fumar marihuana y dicho padecimiento. Eso es según un informe federal de 2017 que completó casi dos décadas de estudios sobre la marihuana, pero la investigación se ha visto limitada porque el gobierno federal clasifica la marihuana como una sustancia controlada como la heroína.
Y aunque el tabaquismo es una causa importante de enfermedad cardíaca, el informe concluyó que no está claro si el consumo de marihuana está asociado con ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
Pero hay pruebas sólidas que relacionan el consumo de cannabis a largo plazo con peores toses y brotes más frecuentes de bronquitis crónica, según el informe de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina.