Aunque las visitas conyugales no han parado pese a la pandemia, el titular de los Centros Penitenciarios del Estado, Apolonio Armenta, dio a conocer que una de las situaciones que sí cambió a raíz de la pandemia fueron las típicas bodas comunitarias que se realizaban en pleno día de San Valentín.

Durante el 14 de febrero, cada año se realizaban por lo menos 20 a 30 matrimonios en cada uno de los cinco centros penitenciarios del Estado.

Para las visitas conyugales es necesario que las personas demuestren que tienen un lazo formal con la persona que se encuentra privada de la libertad, y de acuerdo con Apolonio Armenta, era por ello que muchas de las parejas aprovechaban las bodas comunitarias.

SUSPENDEN FESTEJOS

“En años anteriores se hacían estas bodas comunitarias, y en ese mismo evento se hacía un festejo para los internos y era un día de convivencia festivo. Esto se realizaba en fechas festivas, el Día de las Madres, el 14 de febrero y en diciembre. Y a parte esto se hacía con el fin de regularse para la visita conyugal”, detalló Apolonio Armenta.

“Este año no hubo autorización para alguna actividad extraordinaria, precisamente para ajustarnos a los decretos que no debe haber fiestas o festejos”, expresó Armenta.

Agregó, que hasta hoy no se han detenido las visitas conyugales; sin embargo, existe todo un protocolo para quienes ingresan, además de que existen restricciones contra personas con enfermedades crónicas o mujeres embarazadas.

De acuerdo con Armenta, los Centros Penitenciarios tienen alrededor de 20 visitas conyugales por semana, mientras que en los femeniles son alrededor de cinco visitas de este tipo.