Además de las reparaciones que trabajadores realizan en el asfalto del recién inaugurado del puente del bulevar Jesús Valdés Sánchez y Eulalio Gutiérrez, al hacer un recorrido por este punto se pudieron apreciar algunos detalles en el diseño de la obra, así como en las nuevas disposiciones viales.

Al mediodía de ayer martes un grupo de trabajadores seguía haciendo su labor en uno de los carriles de la lateral sur de la mencionada obra, para lo cual tenía acordonado un pequeño tramo, por lo cual los automovilistas debían esquivarlos.

Uno de los aspectos que más llama la atención es lo estrecho que se torna el espacio para acceder a la rampa del puente que ofrece circulación de poniente a oriente, generado por la curva que existe en ese tramo, el diseño y ejecución de la obra o tal vez por el trazado de las líneas divisorias.

Resulta que al circular en el mencionado sentido, de manera peculiar solamente un carril y la mitad de otro ofrecen la alternativa de tomar el paso elevado, ya que, en la práctica, al circular por el centro de la vialidad justo por en medio se aprecian las boyas que delimitan la posibilidad de tomar el puente o bien continuar por la lateral.

Otro detalle tiene que ver con los conductores, ya que son pocos los que respetan un nuevo semáforo que se colocó en la esquina norponiente de este crucero, tal vez la costumbre de que antes tenían vuelta continua con precaución hace que sigan haciéndolo así, pero ahora está prohibido; además hay un semáforo peatonal que nadie respeta.

Se trata de los automóviles que circulan de norte a sur por el bulevar Eulalio Gutiérrez y que buscan incorporarse a Valdés Sánchez hacia el poniente, sin embargo, ahora ante el flujo vial de los distintos puntos, entre ellos el retorno por debajo del puente, hizo necesario controlar ese viraje.