Cada día hay al menos 14 menores en Coahuila que no están siendo alimentados correctamente, que deambulan solos por las calles, a quienes les falta atención médica o sufren algún tipo de violencia física.

En la Región Sureste, la mayoría de víctimas se registran en las colonias Mirasierra, Guayulera, Saltillo 2000, Loma Linda y Misión Cerritos, de acuerdo con la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif).

Sectores que se encuentran en la periferia de la ciudad, donde la mayoría de los padres laboran en fábricas con jornadas de hasta 12 horas, por las que reciben pagos que no siempre alcanzan para la manutención de los hogares.

Estos casos forman parte de los tres mil 855 que la Pronnif ha atendido en el estado durante el año –hasta el mes de septiembre–, tras recibir reportes por omisión de cuidados en agravio de niños, niñas y adolescentes. Es decir, un promedio de 14 diarios.

“Vemos a los niños llegar con golpecitos en los brazos o la cara con las manos marcadas, desde que los mandan solos a la tienda o que anden tan noche en la calle, me parece que ya es malo para ellos”, expresó el señor Juan, comerciante en Mirasierra.

“Casi no les ponen atención, andan todo el día en la calle solos, no saben dónde pueden estar o con quién, una vez un niño se perdió y su mamá lo andaba buscando, pero la verdad nunca le ponen atención. Les hablan muy feo, se escuchan los gritos de las mamás y el llanto de los niños hasta acá”, lamentó Jennifer Sánchez, otra habitante de la colonia, donde la semana pasada se informó que un pequeño de ocho años fue atacado sexualmente por dos familiares.

NO SE TRATA SOLO DE GOLPES

Según la información de la Pronnif, las menores entre 12 y 17 años son las que más enfrentan el descuido y desprotección de sus tutores; mientras que en los varones, las edades más recurrentes van entre los 6 y 11 años.

El maltrato se considera desde que las personas a su cargo desatienden sus necesidades básicas, como contar con la cartilla de vacunación, acta de nacimiento o una alimentación adecuada, o porque los dejaron solos en casa durante periodos de tiempo no recomendados.

Todo esto, incluso aunque no les hayan “puesto una mano encima” o “usen un cinto” para castigar o ejercer disciplina.