Sueños
Usted está aquí
Sueños
Sueño que me visitan personas. Conocidos y desconocidos. Los veo alrededor de mi cama e incluso se sientan en el borde de ella para platicar conmigo. La mayoría de ellos me piden cosas que no alcanzo a comprender y el resto me hablan de trabajo; me piden cosas que sé que tengo pendientes y me atormentan durante la madrugada.
1. Mis trastornos del sueño no son un secreto para nadie con quien haya platicado al menos un par de veces. Soy insomne, sonámbulo, ronco, tiendo a ahogarme con mi propia saliva y sufro de ataques de pánico. Si tengo suerte, cada uno de estos se van turnando, si dos o más se unen, la noche es pésima. Hubo un tiempo en que, para recuperarme, salía a caminar a la plaza más cercana a mi casa y me sentaba a fumar un cigarro tras otro. Ahora que formo parte de las filas de los no fumadores el sexo se volvió el mejor remedio para estos casos. No obstante, para alguien tan huraño como yo, la compañía nocturna es un tema complicado. Añadan a esto el hecho de que con los años me vuelvo más intolerante e insoportable, por lo que cientos de noches solitarias están garantizadas e irán incrementándose. En fin… que mi vida en vigía se ha transformado en un sopor constante plagado de cabeceos y dormitadas como le ocurre a Reznik en The Machinist. Sólo espero que nunca nadie pierda una extremidad por mi culpa.
2. Pienso en extremidades extraordinarias; desde aquellas absurdas como Dedos el de los Locos Addams, otras fascinantes y mórbidas como la mano de Álvaro Obregón que durante años estuvo en exhibición en la Ciudad de México y unas más místicas como la de Hellboy que me remite obviamente a “Red Right Hand” de Nick Cave and the Bad Seeds. Los pensamientos ociosos no me sacan de este adormecimiento y cada que parpadeo veo como el reloj avanza de cinco en cinco. No obstante, sigo sin dormir. Estoy condenado a estos flashazos por tiempo indefinido hasta que mi cerebro por fin cede y me quedo profundamente dormido, y es así cuando las pesadillas inician.
3. “Gyroscope” de Boards of Canada me parece el tema ideal para ilustrar mis malos sueños, aunque para los fans de las películas de horror es más probable que esta canción les recuerde más al filme “Sinister”, de cuya banda sonora es parte este track. Me pongo a pensar que sería interesante encontrar un fantasma o espectro rondando por la casa, al menos podría convertirse en un acompañante más interesante que lo que un montón de oficinistas que rondan mi cama podrán jamás llegar a ser.
4. Silvio Rodríguez sueña con serpientes. A mí me gustaría al menos tener esta oportunidad simbólica de zafarme de las asfixiantes visiones del estrés que se cuela en mis horas de reposo, pienso, mientras viajo en la carretera luego de visitar Estación Marte. Pasé la noche junto a un cerro, cogiendo, encerrado en una tienda de campaña, luego de haber devorado una carne asada y dejar atascada una camioneta en la arena. Sudor y más sudor… Y la noche abrumadora que nos recordaba cada tanto que somos “chicos de ciudad” y no podemos vivir más de 24 horas sin un retrete al alcance de la mano.
5. De regreso, en el radio suena “I’m Only sleeping” y considero que las casualidades son tan burlonas la mayor parte del tiempo. Pienso, pero no pienso tanto. Me dejo ir con el sonido distorsionado de la doble guitarra de George en reversa y me dejo adormilar. 6. En mis manos llevo un mal preparado clamato que, luego de andar paseando bajo el inclemente sol del semidesierto, sabe a gloria. Le doy sorbos mientras me quedo dormido kilómetros antes de entrar a la ciudad. No pido mucho excepto pequeños momentos como estos: amigos, carretera y quizás (para redondear) una canción como “Last Night I Dream That Somebody Loved Me” de The Smiths. Algunos rezan antes de ir a la cama, yo pido canciones.