La subasta de las obras de arte del fallecido multimillonario estadounidense David Rockefeller rompió el récord mundial de la colección privada más cara en el primer día con una suma total de 648.4 millones de dólares (547 millones de euros), informó la casa Christie’s.

Incluyendo la prima de compra, la venta superó la subasta realizada en París en 2009 sobre los objetos propiedad de Yves Saint-Laurent. La colección del diseñador de moda francés reunió entonces 373 millones de euros (442 millones de dólares).

La subasta del legado de Rockefeller y su esposa Peggy durará hasta el jueves en varias rondas en la casa Christie's de Nueva York. En paralelo se realiza otra por Internet de objetos pequeños que empezó el 1 de mayo y concluye el viernes.

Además de destacadas obras de arte se subastan valiosos muebles, esculturas, vajilla y accesorios de moda. Se estima que en total la venta, cuyos ingresos serán donados, podría sumar hasta 1,000 millones de dólares.

El primer día salieron a la venta los cuadros más valiosos, en total 44 pinturas de los siglos XIX y XX. La obra más cotizada fue "Fillette à la corbeille fleurie" (Muchacha con cesta de flores) de Pablo Picasso, que cambió de manos por 115 millones de dólares (97 millones de euros).

El pintor español la creó en 1905, justo un año después de instalarse en París y con apenas 23 años. Antes de Rockefeller, la pintura estuvo en manos de la escritora Gertrude Stein, quien la compró directamente de Picasso.

Varios cuadros fijaron nuevos récords para cada uno de los respectivos artistas, como "Nymphéas en fleur", un cuadro con nenúfares de Claude Monet, que se vendió por 84.7 millones de dólares (71 millones de euros), y "Odalisque couchée aux magnolia", de Henri Matisse, que logró otra marca máxima para el pintor con 80.8 millones de dólares (68 millones de euros).

"La Vague", de Paul Gauguin, se subastó por 35.2 millones de dólares (30 millones de euros) y se alcanzó un récord a la obra más cara de Eugène Delacroix con los 9.9 millones de dólares (8 millones de euros) por "Tigre jugando con una tortuga”.

David Rockefeller murió en 2017 a los 101 años por un fallo cardíaco. Hizo carrera como banquero en el Chase Manhattan Bank, del que era presidente, y donó cientos de millones de dólares para instituciones artísticas, médicas y educativas, como era tradición en su familia. David era el nieto del legendario magnate del petróleo John D. Rockefeller (1839-1937), que fundó la dinastía.