En Celaya no han parado los ataques del crimen organizado. Solo en esa ciudad en lo que va del año, han habido 319 homicidios, entre ellos 16 policías y a pesar de eso, 37 hombres y mujeres se preparan para incorporarse a la Policía municipal.

Celaya se convirtió en el municipio donde más asesinan policías en el país. En lo que va del año han matado a 16 uniformados, la mayoría en emboscadas perpetradas por grupos criminales

“Estamos viviendo una situación muy complicada. Se han visto en enfrentamientos y ataques de manera directa y han perdido la vida”, señaló Elvira Paniagua Rodríguez, presidenta municipal de Celaya, Guanajuato.

A pesar de los ataques en su contra, este año se registraron más jóvenes en el Instituto de Formación Policial para convertirse en los próximos policías de Celaya.

“Dolor porque están atacando al personal que se encarga de nuestra seguridad”, compartió Guillermo Pulido.

Reconoce que siente algo de miedo.

“Un poco, no le voy a mentir, pero yo quiero también ayudar a la sociedad, yo quiero ser parte del cambio para que las leyes se respeten”, apuntó Guillermo Pulido.

Guillermo tiene 30 años. En 2012 llegó a vivir a Celaya, semanas después de que un grupo criminal atentara contra él y su familia en su natal Tamaulipas.

“A lo que era mi prometida y a mi niña. Nos levantaron señor, a los tres, a ella la ejecutaron frente a mí y de mi niña nunca supe, y a mí me dejaron en calidad de moribundo”, narró Guillermo Pulido, cadete.

Asegura que eso lo motivó a ser policía.

“Sí, no quiero que otras familias, otros ciudadanos pasen por lo mismo”, dijo Guillermo Pulido.

Este año aumentaron 70% las inscripciones al Instituto de Formación Policial en Celaya. El año pasado sólo se registraron 22 cadetes, actualmente hay 37, 10 hombres y 27 mujeres.

“Tengo un hijo pequeño, y no me gustaría que creciera en una sociedad llena de delincuencia e inseguridad”, comentó María Fernanda Macías, cadete.

En septiembre, los 37 cadetes se sumarán a las labores de la Policía. Una agrupación que los necesita, no sólo por los homicidios registrados, también por las renuncias solicitadas este año por la violencia en contra de los municipales.

“Se me enchina la piel nada más de pensar que ellos hagan su trabajo y que logren pensionarse y jubilarse dentro de la policía, esa sería la satisfacción más grande”, aseguró Gerardo Manuel Hernández, director del Instituto de Formación Policial en Celaya, Guanajuato.

“Es algo que deseo con ansias. Yo voy a dar todo de mí”, sostuvo Guillermo Pulido, cadete del Instituto de Formación Policial en Celaya, Guanajuato.