Para Víctor Garza, la 21k  es una de las competencias más demandantes, pero la compañía de su familia lo motivó a devorar el asfalto el domingo por la mañana.

Con un tiempo de una hora y 49 minutos, Garza consiguió un buen récord, pero no lo hubiera logrado si no es por su familia. 

"Mi bebé me estaba esperando en la meta y la agarré 400 metros antes".

Al momento de cruzar la meta, lo hizo con su hija en una carreola. En su cuarta participación, Víctor comentó que lo mejor de correr es que su familia lo espere, que es lo que espera cada que lo hace. 

Ahora, tenía un motivo más para hacerlo, la pequeña Mariel de 2 meses era el motor que lo hizo llegar antes de las dos horas, algo que lo llenó de gran orgullo.