Su adolescente ya tiene citas ¿A pensando que puede sufrir maltrato en ellas?

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Su adolescente ya tiene citas ¿A pensando que puede sufrir maltrato en ellas?

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Casi un cuarto de las chicas y 14% de los chicos que tienen citas vivieron alguna forma de violencia en ellas. Ahora, una especialista en comunicación les enseña una forma muy particular de prevenirla.

La forma de presentarse a sí mismo siempre es importante, por eso Susan Harrow enseña a chicas adolescentes a pararse erguidas y hacer buen contacto visual. Harrow les enseña a hablar con una voz contundente y concisa. Habla sobre diversas caras: la “dura”, que no tolera ninguna discusión, y la “blanda” que invita a la cooperación. Las manos son tanto señales como armas, capaces de rechazar a alguien de ser necesario o simplemente trasmitir “¡Basta!”.

Trasmitir el mensaje de rechazo puede ser importantísimo. Un tercio de los adolescentes (33%) tendrán una cita con situaciones de maltrato, coerción o violencia física. En el caso de los adultos, un cuarto de las mujeres y un séptimo de los hombres que salen viven situaciones de maltrato o violencia.

Harrow es una practicante de artes marciales que ama el Aikido, estratega de marketing de profesión y le interesan los mensajes que trasmiten los adolescentes para no salir lastimados en interacciones personales complicadas. Por eso, Harrow creó un curso para enseñar “tomas de artes marciales” a las chicas, para que se mantengan a salvo y tengan todo bajo control.

Ritos de iniciación como ir a la escuela y tener citas no están exentos de riesgos para los cuales los adolescentes podrían no estar preparados. Los padres hablan sobre los riesgos de tomar alcohol y manejar, sobre la seguridad al volante y un montón de temas. Quizás hasta mencionen conductas sexuales riesgosas. Pero no queda claro que hablen sobre la posibilidad de que la persona con la que salen los maltrate.

Expertos como Harrow afirman que respecto a este problema es mejor prevenir que curar.

Riesgo y respeto
Los jóvenes que la padecen violencia son más propensos a sufrir ansiedad o depresión, a fumar, tomar bebidas alcohólicas o probar drogas. Presentan un mayor riesgo de comportamiento antisocial y pensamientos suicidas.

Love Is Respect, una organización antiviolencia con sede en Austin, Texas, oye historias sobre un amplio espectro de violencia doméstica, lo que incluye maltratos entre adolescentes que salen juntos. Cameka Crawford, su jefa de comunicaciones, afirma que los casos van desde coerción sexual —verbal o emotiva— hasta violencia física. Puede que uno de las personas en la cita piensa que tener sexo es una justa retribución por el costo de salir a cenar y se enoje o entristezca para obligar a su cita a obedecer. Puede haber vergüenza, culpa y hasta amenazas de represalias.

Parte del maltrato en las citas es digital, como la circulación de fotos que debían ser íntimas, el acoso por redes sociales, la publicación de cosas hirientes o intentos de controlar otras relaciones, explica Crawford. Uno de los compañeros puede tratar de administrar el tiempo o el dinero del otro, qué come o qué ropa viste.

La solución es la defensa personal, pero no necesariamente los movimientos físicos que le vienen a la mente a la mayoría, como las artes marciales. Si bien eso a Harrow le gusta, ella afirma que la prevención no violenta es mejor. Los adolescentes deben aprender autodefensa verbal, que puede impedir que se lastimen.

Ellos pueden aprender a decir que no de forma eficaz en situaciones donde se los presione para que hagan cosas que no quieran hacer, desde beber alcohol y tomar drogas hasta tener relaciones sexuales, y detener por completo el diálogo. Pueden bajarle el tono a conflictos y descubrir cómo terminar una charla que no desean tener. También pueden desalentar a un violento de intentar serlo.

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Harrow desarrolló True Shield: Verbal Self-Defense For Girls (“El verdadero escudo: autodefensa verbal para chicas”), un curso de seis horas para organizaciones, escuelas y otras instituciones sobre cómo las chicas pueden enfrentar situaciones complicadas típicas de forma verbal.

Harrow afirma que sus técnicas se “basan en la realidad diaria y habilidades comunicativas de eficacia comprobada. Una chica podrá no saber hacer un Kotegaeshi (una maniobra que detiene el agarre de un agresor con la muñeca) en un autobús escolar, pero sí cerrar con fuerza su libro y cambiar de asiento si la acosa un bravucón. El mismo principio, una ‘toma’ diferente”.

Ante un peligro, la idea es mantenerse firme, ser fuerte y transmitir de forma clara que una no es una presa fácil, declaró Harrow. En otras situaciones, se trata de hacerse notar en un buen sentido. Hay parecidos notables en la forma de cumplir ambas metas.

Artes marciales con palabras
El programa de Harrow ofrece lo que ella describe como “tomas de artes marciales” que cualquiera puede usar. Algunas son hacer ruido, moverse, comportarse de cierta forma y trasmitir la fuerza personal para desalentar el maltrato. Harrow también enseña a las chicas cómo pedir cosas importantes, como la atención de un profesor, en situaciones no violentas. Las chicas deben defenderse de varias maneras, según ella.

Algunas de las “tomas” son:

  • Hacer un gesto de “detente” con la mano y decir: “No. NO me toques”. Luego irse a un lugar más seguro. Si la persona la amenaza o avanza hacia ella, debe decirlo nuevamente con firmeza y calma, pero con la voz alta y manteniendo la distancia. Es necesario poner la mirada “dura” y no bajarla.
  • Si alguien molesta a una chica mientras lee un libro en la escuela o un autobús, la mejor respuesta es el silencio. Todo lo que debe hacer es cerrar el libro con fuerza y cambiarse de asiento. Es un cambio de rumbo que puede impedir una situación mala, como que la acosen o la molesten. Si la chica no entra en el juego, no hay juego, declara Harrow.
  • Una “toma” descrita por Harrow como “innegociable” es para las chicas a las que presionan para que tomen bebidas alcohólicas, prueben drogas o tengan sexo… o cualquier cosa que las incomode. “Comienza diciendo que ‘no’ en una voz neutra pero fuerte. Si persisten, míralos a los ojos y no digas nada. ‘No’ terminó la conversación, nunca hubo negociación”, agregó la experta.
  • Si en una cita la otra persona presiona para que tengan sexo, Harrow recomienda comenzar con una mirada blanda que pueda endurecerse según sea necesario, y da ejemplos de cómo puede darse la conversación. La chica debe decir algo como: ‘El sexo es algo importante. Me halaga que quieras vivirlo conmigo, pero no estoy lista. Por favor, no me lo pidas de nuevo. Yo te avisaré cuando esté lista para retomar esta charla”. Esto cierra la puerta a algo que no se negocia. No es no.

Las chicas pueden aprender a defenderse en citas cuando son jóvenes y hay menos cosas en juego. Por ejemplo, si una profesora nunca la llama pese a levantar la mano, lo apropiado es que la alumna se quede después de clase y le diga tranquila y amablemente a la profesora que levantó la mano y la ignoraron. 

“¿Podemos acordar que la próxima vez que levante la mano, usted me notará y me llamará?”, es lo que según sugiere decir Harrow. Está bien ser amable e insistente a la vez.

Según Crawford, a los niños hay que enseñarles desde pequeños sobre relaciones sanas. El padre que crea que un hijo está en una relación abusiva debería apoyarlo. Pero Crawford también advierte a los padres que muchas veces, por estar ansiosos por resolver problemas, ellos olvidan escuchar y terminan diciéndoles a sus hijos qué hacer o les hacen sentirse culpables por una mala situación.

“A veces, lo que nos parece que es brindar apoyo puede no serlo para la persona”, declaró.

El sitio de Love Is Respect ofrece consejos para reconocer y ayudar a adolescentes y jóvenes adultos a enfrentar el maltrato. El primero es escuchar sin juzgar, explica Crawford. Si los hijos revelan que están en relaciones abusivas, “explíqueles que no es su culpa y que no deberían sentirse culpables. Muéstrese preocupado”.

“Recuérdeles a sus hijos que ellos tienen derecho a decir que no a cualquier cosa que los incomode o para la cual no estén listos”, agregó. “Por otra parte, también deben respetar los derechos de los demás”.