Steve Bannon, el que fuera mano derecha de Donald Trump y estratega principal de su campaña presidencial, ha revelado que científicos del cuestionado laboratorio de Wuhan, ciudad china donde se originó el brote de COVID-19, comenzaron a desertar a mediados de febrero y colaboran con los servicios de inteligencia occidentales en las investigaciones sobre el origen del virus que ya ha causado más de 560 mil fallecimientos en el mundo.

Además, aseguró que el FBI avanza en una investigación sobre la base de que la pandemia mundial fue causada por una filtración del Instituto de Virología en Wuhan y que el encubrimiento posterior equivaldría al “asesinato premeditado” de miles de personas. 

“Sé que algunos desertores están trabajando con el FBI para tratar de clarificar lo que sucedió” en el Instituto Wuhan, que según él fue “horriblemente dirigido y terriblemente mal gestionado".

Bannon, al dar la entrevista desde un yate frente a la costa este de Estados Unidos, dijo que los desertores también estaban hablando con agencias en Europa y el Reino Unido.

El ejecutivo de los medios de comunicación pasó a menospreciar a la Organización Mundial de la Salud y al gobierno chino por su presunta culpabilidad en la crisis. 

El gobierno chino rechazó las acusaciones de que el virus se había originado en una fuga de laboratorio, mientras que la OMS negó las acusaciones del presidente Trump de que había sido el «títere» de China durante la pandemia.

Bannon pidió al primer ministro británico, Boris Johnson, que se retire de los planes para permitir que Huawei, con sede en China, trabaje en la nueva red 5G del Reino Unido.

«Para mí, Huawei debería cerrarse en todo el mundo en todos los países y liquidarse sus activos», dijo. «Le digo a Boris Johnson: apague Huawei y mantenga la calma y continúe».