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¡Spoilers! De ‘Game of Thrones’; Reseña del capítulo 1 de la temporada 8
En 2011 llegó a pantallas de todo el mundo una serie que arrasó y se convirtió en la favorita de muchos al instante. El primer episodio de “Game Of Thrones”, “El Invierno se Acerca”, transmitido el 17 de abril del 2011, nos demostró en menos de una hora de lo que este espectáculo sería capaz.
Ocho años después, en su octava y última temporada, los productores están decididos a cerrar con broche de oro una de las sagas de fantasía más importantes de los últimos tiempos y con el estreno de este capítulo decidieron hacerlo desde el primer momento.
La tradicional intro con que cada domingo nos recibe el show, acompañada de la música que tanto amamos, cambió. Dado que todos los personajes están ahora menos esparcidos por el mundo la animación se dio el lujo de mostrarnos los interiores de Winterfell y King’s Landing y con ello detalles interesantes que podrían apuntar a lo que sucederá en el futuro. Mientras que en Winterfell la cámara nos muestra las criptas (donde muchos aseguran algo importante está escondido o llegará a suceder) en la capital de los 7 Reinos el énfasis está sobre la ballesta gigante diseñada para matar dragones apuntando directamente al cráneo de uno de ellos.
Rápidamente hay que mencionar cómo la secuencia comienza haciendo énfasis en que el muro cayó, llevándonos por el hueco inmenso que dejó el dragón muerto de Danaerys al final de la temporada pasada, antes de ubicarse sobre Last Hearth, la sede de la Casa Umber, donde los sobrevivientes a la caída del muro (Dolorous Edd, Beric Dondarrion, Tormund y compañía) han tomado refugio.
Al terminar fuimos recibidos con una escena familiar. Un niño pequeño se escabulle entre la gente y trepa a un árbol para poder ver llegar a la comitiva de la reina Danaerys Targaryen (Emilia Clarke), que está llegando a Winterfell acompañada por Jon Snow (Kit Harrington) y todo su séquito, ejército y vagones repletos de obsidiana (material fundamental para combatir a los caminantes blancos).
Esto es un guiño a la misma manera en cómo hace 8 años vimos al pequeño Bran Stark trepar por los muros de su hogar para avistar la caravana del entonces rey Robert Baratheon, antes de que fuera empujado de la torre por Jaime Lannister, perdiera su habilidad para caminar y comenzara todo este enredo del juego de tronos. Mantengan en mente esta última escena.
A pesar de esto el resto del capítulo sucede con bastante rapidez, con pronta sucesión entre cada escena para establecer y continuar narrativas pendientes desde las temporadas pasadas, con la intención probable de no dejar ni un hilo suelto cuando termine el próximo 19 de mayo.
Luego de ver la reunión entre Jon y Bran, quien en su calidad de Cuervo de los Tres Ojos responde estoicamente como siempre, lo primero que queda claro es que a Sansa y al resto de los líderes norteños no les cae muy bien la presencia de la Reina Dragón ni que Jon haya renunciado a su corona de Rey en el Norte para contar con su ayuda en la guerra contra los muertos.
En la primera escena de sexo de la temporada vemos a Bronn tratar de hacer que las damas que lo acompañan dejen de hablar de su encuentro con el dragón y le pongan la atención por la que les está pagando cuando son interrumpidos por Qyburn quien le comunica las instrucciones de la reina Cersei de matar a sus “traicioneros hermanos” Jaime y Tyrion.
Al llegar a King’s Landing, Euron Greyjoy acompañado por Harry Stricklan, capitán del grupo de mercenarios La Compañía Dorada, convence a Cersei de invitarlo a su lecho y con ello obtener aún más poder dentro de los 7 reinos.
Los otros Greyjoy también están dispuestos a continuar en el juego. Tras un incómodo encuentro entre Euron y Yara ella es rescatada por Theon, quien recibe primero un puñetazo por haberla abandonado y luego un sincero agradecimiento. En libertad y aprovechando que Euron está ocupado con Cersei deciden retomar las Islas de Hierro en nombre de Danaerys, en caso de que necesiten un lugar donde escapar de los Caminantes Blancos lejos de tierra firme, pero Theon, tras años cargando con la culpa de su traición, deja este plan en manos de su hermana y se dirige al norte para luchar lado a lado con los Stark.
En la que es una de las escenas más llenas de acción, Dany y Jon (luego de una conversación donde ella continúa insistiendo en su papel de que todos la llamen La Reina) salen a dar un paseo montados los dos en un dragón sin hacer el más mínimo comentario respecto a la facilidad con la que Rhaegal aceptó a Jon sobre su lomo. Aunque nosotros sí sabemos a qué se debe.
También por fin pudimos ser testigos de una de las reuniones más esperadas, la de Jon y Arya, quienes no se han visto desde que en el primer capítulo él partió hacia El Muro para unirse a la Guardia de la Noche, y luego de un cálido abrazo no pudo faltar que compararan sus espadas, aunque la interacción no pasó a más.
Ella, por su parte, se enteró a la mala de que El Perro, Gregor Clegane, sobrevivió a aquella ocasión en que lo abandonó a su suerte en la tercera temporada. Él, con su habitual sarcasmo, pareció mostrar un ligero alivio por verla de nuevo. En ese mismo momento, en medio la intensa forja de armas de obsidiana, Arya también se reencontró con Gendry, a quien le solicitó la construcción de un arma muy especial, cuyo uso aún no conocemos.
En uno de los momentos más emocionales, tras agradecerle por haber curado a Jorah Mormont, Danaerys revela a Sam Tarly que ejecutó a su padre y hermano por haberse rehusado a aceptarla como su reina.
Severamente dolido por la noticia va y le cuenta a Jon lo que hizo (consciente de la falta de piedad que demostró la reina) y ante su negativa de cuestionarla le cuenta la verdad sobre sus orígenes y cómo es él en realidad el verdadero rey de Westeros, Aegon Targaryen, hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark.
Luego de una breve escena donde vemos a los sobrevivientes de la caída en el muro planear desde Last Hearth (ante el cadáver de su joven señor, convertido en zombi) cómo regresar rápido a Winterfell para avisar del inminente ataque a todos los demás regresamos a la capital del norte donde una comitiva más llega con más refugiados escapando del invierno y alguien en particular a quien no vimos en todo el episodio.
Jaime Lannister, quien abandonó a Cersei luego de que esta se negara a apoyar en la guerra contra la muerte, arriba a Winterfell visiblemente cansado pero aliviado y mientras los recuerdos y las memorias vuelven a él y observa con nostalgia el patio, pues también es otro personaje que desde el primer capítulo no había vuelto a pisar el lugar, su mirada se topa con la de Bran Stark, quien lo observa serio desde el otro lado, totalmente consciente de lo que le hizo hace años.
Y así, justo como terminó el capítulo que lo empezó todo, termina también el inicio del fin de esta última temporada de Game of Thrones, con un encuentro entre Bran Stark y el hombre que lo tiró por la ventana de una torre, acción que comenzó una guerra en nombre de “las cosas que hago por amor”.