ESTIMADA ANA:
Recientemente comencé a trabajar como maestro en una secundaria, pero en estos días me he dado cuenta que no me siento a gusto. No soy una persona muy sociable, me cuesta trabajo entablar conversación con alguien más sobre cosas personales o de mi vida fuera de clases.
Dentro del salón y con mis alumnos por supuesto que hablo y me relaciono con ellos, pero me cuesta ser como los demás. Veo que todos los maestros se llevan muy bien, que incluso conviven con sus parejas los fines de semana. Solo escucho de sus planes y yo siempre me quedo callado, nunca intervengo en sus conversaciones porque me da pena.

A veces ellos me integran a la plática y es cuando yo me siento hasta cierto punto “obligado” a contestar algo, a tratar de entrar un poco en tema con ellos, pero no se me ocurre algún tema y no sé ni qué decir.

Es cierto que ellos en su mayoría se conocen de muchos años y yo soy nuevo en la secundaria pero me siento muy incómodo al estar callado todo el tiempo. Lo mismo me pasa en la casa de asistencia en la que estoy viviendo, pues no soy de aquí y somos 3 en el mismo lugar.

Yo salgo más temprano de mi trabajo y mis compañeros llegan a la casa a eso de las seis o siete de la noche. Prefiero encerrarme en mi habitación porque no siento ganas de conversar o convivir con ellos. Veo películas, escucho música o simplemente me pongo a planear el trabajo para el día siguiente.

No sé si sea normal mi comportamientos, pues desde que tengo uso de razón siempre he sido así, muy serio, callado y tímido. No se diga con las mujeres, me incomoda más que en estos tiempos son ellas las que tienen la iniciativa, las que llevan el rumbo en la relación y por lo mismo, siempre huyo de ellas también.

Es realmente incómodo para mi estar rodeado de personas, claro, a menos que sea mi familia, pues ellos ya conocen mi carácter y me entienden y respetan. El problema es con las demás personas.

¿Usted sabe a qué se debe mi actitud? Gracias por leer. 
Profe. Carlos
 
ESTIMADO CARLOS:
Tal como lo dices, es evidente que tienes un fuerte problema para relacionarte con las personas que están a tu alrededor y cuando lo haces, es porque te sentiste obligado o comprometido a hacerlo.
Como seguramente ya lo sabes, la relaciones sociales son necesarias e indispensables para tener calidad de vida, pues los humanos somos seres sociales por naturaleza.

Y a pesar de que a veces a algunas personas no se les apetece platicar o relacionarse con los demás, existe esa necesidad de comunicarte  y cuando te decides finalmente, no sabes como hacerlo.

Para solucionarlo, lo más sencillo es practicar, tienes qué aprender poco a poco para beneficiarte de todo lo que aporta el poder disfrutar de las relaciones sociales. Es importante aprovechar cada oportunidad que tengas en el día, ya sea en la oficina, en el súper o en tu casa.

Es casi seguro que con quienes trabajas o con quienes vives, tengan intereses en común contigo, lo que ya es una enorme ventaja para que al momento de entablar una plática, ésta tenga éxito.

Aprovechar esos momentos de conexión con los demás, te ayudará a vincularte poco a poco. De hecho, hay estudios que afirman que en los momentos en los que nos relacionamos con alguien más, nuestro cuerpo secreta una hormona que nos ayuda a estar contentos y tener más confianza en nosotros mismos.

A medida que te relaciones con los demás, irá aumentando la seguridad en ti mismo y desarrollarás cada vez más las habilidades sociales. Ánimo.
 ANA

Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?  
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y CHIAPAS, SALTILLO, COAH. 
También puede hacerlo vía internet: ana@vanguardia.com.mx