“Soy la persona menos racista que hayan conocido”: Donald Trump en Florida

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“Soy la persona menos racista que hayan conocido”: Donald Trump en Florida

Foto: AP
El Republicano Donald Trump utilizó durante toda su campaña rumbo a la Casa Blanca un discurso en contra de las minorías, particularmente los hispanos y muy en especial en contra de los mexicanos. Ahora le contesta sus contrincantes y dice que no es racista

Miami.- El virtual candidato republicano a la Presidencia de E.U, Donald Trump, se definió como la “persona menos racista” y resaltó su estimación por México durante un mitin que ofreció hoy en el Centro de Convenciones de Tampa, en el centro de Florida.

“Soy la persona menos racista que hayan conocido”, dijo a sus seguidores durante el mitin que ofreció este mediodía y en el que, tras resaltar que muchos nacionales del país latinoamericano son sus empleados, precisó que no está en “contra de la gente”, sino en contra de los actuales líderes políticos estadounidenses.

Las palabras de Trump fueron una respuesta a las declaraciones que ofreció el republicano Mitt Romney, quien en una entrevista el viernes con la cadena CNN señaló que no quiere ver que se “destile racismo” a causa de una eventual elección de Trump como presidente de Estados Unidos.

Como en otros eventos de su campaña, el magnate neoyorquino insistió en su propuesta de construir un muro en la frontera, pagado por México, y prometió mejores tratos comerciales con China e Irán.

“Tenemos que parar de ser tan políticamente correctos”, expresó, para luego recordar que su candidatura descarriló a otros 18 precandidatos republicanos, derrotados por el “movimiento político” que él encarna, “el más grande de los últimos años”.

En ese sentido, pidió que el Partido Republicano sea “más fuerte” e “inteligente” y lamentó que su virtual nominación reciba más oposición “de los propios republicanos que los demócratas”.

No ignoró comentarios para la candidata demócrata, Hillary Clinton, a la que volvió a criticar por pretender abolir la segunda enmienda de la Constitución estadounidense, que otorga el derecho a los ciudadanos a portar armas.

Tras rechazar los comentarios que Clinton ha hecho sobre su carácter, Trump recordó que el otro aspirante demócrata, Bernie Sanders, señaló con anterioridad que la ex secretaria de Estado “no está calificada para ser presidente”.

“Tiene mal criterio”, expresó el magnate, para luego criticar la gestión de Clinton como jefa de la diplomacia estadounidense entre los años 2009 y 2013, que calificó de “desgracia”.
“Lo que hizo como servidora es ilegal, equivocado”, agregó.

Trump dejó en ascuas a quienes esperaban el anuncio de quién sería el elegido para el cargo de vicepresidente, así como de otros posibles nombres dentro de su equipo de Gobierno, tras no revelar ningún puesto en Tampa.

En el mitin volvió a expresar su respaldo a Trump la fiscal general de Florida, Pam Bondi, quien esta semana ha sido objeto de críticas tras revelarse que recibió en 2013 una donación del hoy virtual candidato republicano.

De igual modo, el gobernador del estado, Rick Scott, a quien algunos medios de Florida señalan como el señalado por Trump para que ocupe la Vicepresidencia, subió al estrado para apoyar al magnate.

EL FASCISMO DE TRUMP

De acuerdo con The Boston Globe, efectivamente, la ignorancia de Trump es comparable con la de un niño de cuarto grado. Si a eso se le suma que no tiene programas de gobierno; que sus seguidores le perdonan que tenga políticas e ideologías contradictorias; que promete restaurar Estados Unidos a partir de la demolición de instituciones en un país que se considera la democracia moderna del mundo, entonces lo que se tiene es una bomba camino a la Casa Blanca.

Expertos, historiadores y analistas coinciden en que Donald Trump ha ensamblado un nuevo rostro del fascismo; le ha dado coherencia y cohesión a fuerzas desperdigadas (como los grupos supremacistas blancos) que se sienten golpeadas por la economía y ven con añoranza cómo otras naciones, como China, crecen en momentos en que ellos, “impulsores de la receta neoliberal”, se desploman.

El historiador Robert Paxton dijo a Slate que Trump es más un Benito Mussolini que un Adolf Hitler, algo en lo que coincidió recientemente el mexicano Enrique Krauze.