ESTIMADA ANA:
Tengo 24 años y mido 1.40m. de estatura. Hasta hoy, nunca me había sucedido ningún detalle que realmente me doliera o afectara mi autoestima.
Y es que desde que estaba en secundaria, que es más o menos la edad en la que la estatura comienza a definirse, era normal que mis amigas me dijeran apodos como “chaparra”, “enana” y cosas así. Nunca lo tomé de mala manera, es más, a veces hasta me gustaba que así me dijera, lo sentía como una forma de hablarme cariñosamente.

Dos o tres veces algunos amigos se burlaron haciendo bromas un poco más subidas de tono. Pero igual, por ser mis amigos, en verdad nunca me sentí mal. Total, me conozco y estoy consciente que soy bajita y por lo mismo ya estaba acostumbrada a que me dijeran así.

El problema llegó ahora que apenas a la edad en que comencé a fijarme en los hombres de otra forma, vaya, como hombres. Conocí a un chico en la universidad en verdad muy guapo y aparentaba ser buena persona.

Y digo aparentaba porque las veces que hemos salido no pierde la oportunidad de hacerme comentarios de mi estatura. Que si mejor me carga, que si me guarda en su bolsa de la camisa y cosas por el estilo.

No solo son comentarios, sino que se me hace que ya son con otra intención, veo que quiere molestarme y no me está gustando. Ahora en verdad me está afectando porque creí que por fin había encontrado al hombre perfecto, me gusta mucho y me la paso muy bien con él, pero no soporto que me ofenda, pues en su caso, así lo siento, como una ofenda.

En las últimas semanas he evitado salir con él, a pesar de que me muero de ganas de verlo, no quiero más ofensas ni burlas de nadie más. Ahora lo que pienso es que me voy a quedar sola, jamás encontraré a alguien que se fije en mi sin tomar en cuenta mi estatura, que me vea por lo que soy y no por cómo me veo, que valore mi forma de ser y no le importe que lo vean con alguien mucho más bajito.

No sé si logré explicarme bien, Ana. Pero le agradezco que me de su consejo, si es que estoy bien en mi decisión de no salir y no volver a fijarme en nadie más para no estar expuesta a las burlas o comentarios ofensivos.

Le envío muchos saludos y le comento que siempre leo sus columnas y me gustan mucho los consejos que les da a otras personas, a veces me siento identificada, sobre todo cuando se trata de estudiantes universitarios como yo. Que pase buen fin de semana.
Erika
 
ESTIMADA ERIKA:
Claro que entiendo tu sentir, querida Erika. Y porque lo entiendo, te digo que no tomes en cuenta las ofensas de esas personas que solo quieren molestarte, que se empeñan en basar su vida en bromas pesadas sin importarles si hacen sentir mal a la otra persona.

La vida poco a poco te irá mostrando a aquellos a los que realmente van a estar en tu vida para bien, que te harán sentir bien y valorarán tu compañía y tu presencia en su vida.

No permitas que comentarios mal intencionados te afecten, que tu autoestima se vea quebrantado porque no vale la pena. Las personas valen por lo que son en su interior, no por si son altas o bajitas, blancos o morenos, de cabello lacio o rizado. Lo exterior es solo un complemento y quien se base solo en eso, está en un gran error.

Ignora todo lo que te haga daño y no olvides que antes de comenzar una relación y querer a alguien más, primero debes de quererte a ti misma, valorarte por lo que eres y por cómo eres. Si vas con seguridad por la vida, las cosas en ese aspecto fluirán de una mejor manera. Ánimo y feliz fin de semana para ti también.
ANA