Los Ángeles.- Kendrick Lamar, coronado por el éxito en la última entrega de los premios Grammy, lanzó este viernes y de forma totalmente inesperada un nuevo álbum, en el que explora las fallas de una sociedad en plena crisis espiritual.

"Después de este show de Kendrick Lamar en los Grammy ¡tienes que editar ese disco sin título tan rápido como puedas! ¿Qué pasa? ¡Háblame!", tuiteó hace diez días LeBron James dirigiéndose al jefe de la discográfica Labels TDE, Anthony Tiffith.

Desde esta madrugada ya se puede descargar en los portales de streaming el CD, que se llama Untitled Unmastered, tiene una portada verde grisácea y reúne versiones de estudio de ocho temas también sin título. Es decir, un álbum para nada cerrado. Lamar habla de hecho de un "proyecto".

El álbum comienza con una dura advertencia del Juicio Final para obligar a la humanidad a acabar con la discriminación. Es un rap estilo groove de la costa oeste, que se ve acompañado también por un jazz fluido como en Untitled 05 09.21.2014, en el que el ganador de cinco Grammys se queja de su pérdida de fe en dios. O la soñadora "Untitled 06 06.30.2014", en la que parece sufrir una crisis de autoestima.

La canción más antigua es de 2013, y en ella presente al "hombre blanco" como un explotador de la industria musical "que me vende por 10 dólares 99". Y hacia el final Lamar rapea al ritmo de la famosa "Pimp pimp... Hooray!" unos compases acompañado de Egypt Daoud Dean, el hijo de cinco años de Alicia Keys y el productor Swizz Beatz.

Que el músico de 28 años de Compton, California, lance ahora estas canciones, aunque no fueron incluidas en su CD To Pimp A Butterfly, prueba su amor por ellas. "Creo que hay hasta diez canciones que me gustan y que sigo tocando aunque no consiguieron entrar en el disco", reveló al portal 2DopeBoyz en una entrevista a mediados de febrero.

A diferencia de Kanye West, que se pasó años haciendo retoques a su disco e incluso cambió el título varias veces hasta el final, Lamar sencillamente lo soltó. Sus textos de entre 2013 y 2016 ya estaban ahí, pero su retraimiento y el lanzamiento en medio de la noche lo ponen en el otro extremo del siempre excesivo Kanye.