ESTIMADA ANA:
Estoy a punto de cumplir 40 años y tengo una hija de 7. Desde hace más de 15 años, recién graduada comencé a trabajar y ahora he logrado muchas cosas laboralmente hablando, pues me pagan muy bien y tengo muchas prestaciones.

Últimamente la empresa ha pasado por algunas situaciones que me tienen preocupada, pues pienso que de repente puedan despedirme. Nadie me ha confirmado nada y de hecho considero que mi puesto es de los más importantes, pero como usted sabe, nadie es indispensable en ningún lado.

Todo el tiempo vivo con la incertidumbre de quedarme sin trabajo y siento que no disfruto la vida, no disfruto el día a día por estar pensando en el futuro, en qué pasaría si me quedo sin trabajo. A todo esto, agréguele que mi esposo está desempleado desde hace 3 años y me siento completamente responsable de la economía y bienestar de la familia.

Es realmente difícil soportar toda esta carga y hay días en los que siento que ya no puedo más, pero al mismo tiempo sé que no puedo rendirme. Hay momentos en que me siento culpable de que un día no pueda darle a mi hija la suficiente para cubrir sus necesidades. Usted ¿qué opina de todo lo esto? Gracias por todo, de antemano.

Dora Elia
 
ESTIMADA DORA ELIA:
Absolutamente nadie sabe qué es lo que sucederá en el futuro y esa ansiedad que tienes por preocuparte solo hace que no disfrutes el presente, que el tiempo transcurra sin sentido.

Y claro que es de preocuparse por la situación actual de crisis y desempleo y como bien dices, nadie es indispensable, pero si centras tu vida en estar preocupada, solamente servirá para que tu estado anímico se complique, para que cada vez sientas más ansiedad por un futuro que no ha llegado y te desconcentres del día a día tanto contigo misma, como con tu esposo y tu hija.

De ti no depende la situación laboral de tu esposo y hasta cierto punto se entiende tu preocupación por ser tu la proveedora de la familia, pero eso tampoco depende de ti y no está en tus manos resolverlo.

Te recomiendo que cambies tu manera de pensar, dándole sentido a tus días, disfrutando los momentos juntos como familia, disfruten las pequeñas cosas que la vida les ofrece sin pensar en algo que ni siquiera existe.

Debes erradicar ese sentimiento de culpa que constantemente te invade porque, como te lo mencionaba, nadie sabe qué sucederá el día de mañana, pero sí sabes qué puedes hacer el día de hoy para cambiar el rumbo de las cosas y quitar los pensamientos negativos es algo por lo que debes de comenzar.

Fija tu atención en situaciones agradables que hagan que mejore tu estado de ánimo, como por ejemplo, hacer ejercicio físico o de relajación. Practica los pensamientos positivos, de esperanza y fe para salir adelante respecto al desempleo de tu esposo.

Sabemos que la crisis de desempleo en el país es cada vez más fuerte, pero deben de tener la seguridad y confianza de que con un esfuerzo extra se pueden lograr muchas cosas. Alienta a tu esposo a no claudicar en la búsqueda de un empleo, que a diario haga la lucha por concretar entrevistas, enviar solicitudes y curriculum. Recuerda que no hay peor lucha que la que no se hace. Es posible que no sea sencillo para él visualizar alternativas cuando ya son varios años sin trabajo y que invariablemente ya se está en una zona de confort, pero mientras haya alternativas, habrá posibilidad de mejorar. 

ANA