¿Son invisibles? (Fotogalería)

Usted está aquí

¿Son invisibles? (Fotogalería)

Hay fórmulas para calcular qué personas son ricas, cuáles se ubicarían en la clase media y quiénes son indigentes; ahí están, pero no se ven

Fotos: OMAR SAUCEDO

Texto: FELIPE RODRÍGUEZ

“Pobres entre los pobres”, les llamaba Santa Teresa de Calcuta. Son las personas sin hogar, los solitarios que recorren las calles de las ciudades donde pueden, quizá, recoger las sobras de los alimentos que caigan de la mesa de los ricos, como en el pasaje bíblico.

La pobreza hace que las mujeres y los hombres que la padecen queden estigmatizados. Pero su marca no es el tatuaje a la moda. No, la mancha de los indigentes es una mácula que se cuelga más en el alma que la piel. Y aunque la mayoría no tienen más delito que la falta de dinero, los pobres son personas deshonradas.

Sí. Ser pobre en México hace “invisible” a los que estiran la mano hacia las ventanillas de los autos con quienes compiten por un pedazo de asfalto.

Ahí están, pero no los vemos. Los indigentes son mancos, cojos, sucios, malabaristas. Los vagabundos que duermen en las bancas del parque víctimas de la infamia, el desdoro, la afrenta, el oprobio y la ignominia de nuestra sociedad.