Sola y en riesgo vive doña Mary; pide ayuda

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Sola y en riesgo vive doña Mary; pide ayuda

Penurias. La solitaria mujer indicó que no cuenta con ningún apoyo gubernamental, únicamente con una pensión que le llega cada cuatro meses. / MAYRA FRANCO
María de Lourdes cuenta con 48 años de edad, y vive con una discapacidad desde su niñez, cuando una caída le hizo perder su capacidad motriz

Desde la partida de su esposo, doña Mary vive en soledad y riesgo, pues ha visto su vida pasar en más de una ocasión, cuando los fuertes vientos acechan su tejabán en la colonia Postal Cerritos, donde habita desde hace más de 12 años.

María de Lourdes cuenta con 48 años de edad, y vive con una discapacidad desde su niñez, cuando una caída le hizo perder su capacidad motriz, dependiendo de un bastón, andadera e incluso silla de ruedas en tramos prolongados.

Desde hace más de una década llegó a la colonia Postal Cerritos, donde comenzó su vida al lado de su marido, apropiándose de un terreno, donde decidieron construir su patrimonio.

Plástico, láminas, cartón y madera fueron el material que obtuvieron para comenzar la vivienda, que padece cada estación climática, pues durante el verano las altas temperaturas lo convierten inhabitable, mientras que durante invierno el frío es insoportable.

Daños. La casa de la mujer está en situaciones precarias.

VINO EL VIENTO Y CAUSÓ ESTRAGOS

Hace unas semanas, doña Mary, como es conocida en el sector, padeció los fuertes vientos que azotaron la región, pues pudo observar su vida en más de una ocasión, cuando las rachas movían de manera brutal su patrimonio.

“Ahora que sucedieron los vientos, se me vino abajo el techo, y varias partes de mi casita, y así es cada que ventea muy fuerte, en invierno el fío es insoportable, y en calor peor, pues sube mucho la temperatura aquí dentro”, indicó María.

Doña Mary necesita láminas y material que pueda levantar nuevamente su tejabán, pues parte de su habitación se vino abajo, y su esposo era quien se encargaba de las reparaciones, ante la discapacidad de la señora, sin embargo la vida se lo arrebató hace más de seis meses.

“Mi esposo era quien se subía y arreglaba todo, conseguía el material, y protegía nuestra casita, pero pues ahora ya no está conmigo, estoy sola, y con mi discapacidad no puedo hacer nada”, añadió.