Caracas.- El nombre de Carlos Erik Malpica Flores se mantuvo oculto durante todos estos años de gobierno del chavismo en Venezuela. Sin embargo, en los últimos tiempos, comenzó a sonar con más fuerza debido a los importantes cargos a los que accedió.

De la mano de sus tíos Nicolás Maduro y Cilia Flores, Malpica Flores tuvo una astronómica carrera como funcionario público: es el actual tesorero de la República y administra las finanzas de la petrolera estatal Pdvsa.

Una investigación en conjunto entre Runrunes, El Pitazo, Poderopedia y Armando.info destapó la red de poder que construyó este funcionario. En sólo dos años -desde la llegada de Maduro a la presidencia- su familia registró 16 empresas en Panamá.

De acuerdo a la investigación periodística, Malpica Flores tiene mucho más poder que los dos sobrinos de Maduro que buscaban traficar droga a Estados Unidos y quedaron detenidos. 

La vicepresidencia de finanzas de Pdvsa, cargo al que llegó a finales de 2014, luce como el pináculo de una carrera que inició hace algunos años, el 28 de septiembre de 2005, con el cargo de Director General de Gestión Administrativa y Servicios en la Asamblea Nacional mientras su tío político Nicolás Maduro presidía el Parlamento.

Desde ese puesto pasó a un cargo similar un año después en la Cancillería, cuando el entonces presidente Hugo Chávez nombró a Maduro ministro de Relaciones Exteriores. Luego, a finales de 2012, con Chávez ya desahuciado y Maduro como el número dos, Malpica Flores ingresó a la Vicepresidencia de la República como director General encargado de esa dependencia.

Finalmente, con su tío en la máxima magistratura, consolidó su posición como administrador de las finanzas del país: fue subtesorero, director general del Bandes y Tesorero de la Nación. 

En la actualidad maneja el presupuesto nacional, los créditos adicionales y muchos fondos financieros que los economistas califican de inauditables por la ausencia de informes y balances públicos.

Como muchos de la familia presidencial, se preocupa de mantener un bajo perfil y es por esa razón que no posee cuentas en las redes sociales. Su estrategia le funcionó por un tiempo, dado que algunos medios lo confundieron con Temir Porras, ex presidente del Bandes y ex funcionario de la Cancillería. Sin embargo, ese empeño en mantener el bajo perfil se vino abajo con la detención de los otros sobrinos de Maduro en Haití. 

Los negocios familiares en Panamá

Runrunes, El Pitazo, Poderopedia y Armando.info sostienen que nadie se refiere a él por su nombre, sino que lo llaman "el sobrino de Cilia". Y también afirman que es el civil más poderoso del país sacando a sus tíos, al presidente del Parlamento (Diosdado Cabello) y al de la estatal Pdvsa.

La investigación periodística afirma que cada empresa abierta en Panamá fue registrada con un capital inicial de 10.000 dólares. Los nombres de las compañías sugieren un holding dedicado al transporte marítimo: Seaside Services, Maritime Crews Inc., Oceanos Investors Corp, Marine Administration Panamá. 

Sin embargo, ese es sólo uno de los al menos 30 objetivos que tiene cada compañía. Todas, en su documento constitutivo, establecen, entre otras, las siguientes metas: compra de muebles e inmuebles, contratación de servicios de personal y transporte, investigaciones de propiedades, comprar, vender, hipotecar, gravar muebles e inmuebles, demolición, transporte aéreo y terrestre, exportaciones, importación, reexportación, contratar y participar en licitaciones públicas y privadas.

La familia Malpica Flores abrió 16 empresas en Panamá entre 2014 y 2015; y 10 de ellas fueron incorporadas al Registro Público de ese país en la segunda semana de septiembre. En todas esas empresas participan la hermana de Carlos, Iriamni; la tía paterna, Evelyn Milagros Malpica; y el padre, Carlos Evelio, con cargos de presidente, director, suscriptor y tesorero.

Fuentes consultadas por estos medios de comunicación en Panamá indican que la profusión de compañías podrían tener una finalidad operativa: la apertura de cuentas bancarias. El objeto declarado de las empresas hace suponer que la familia quiere aprovechar las ventajas que ofrece una economía de vocación importadora como Venezuela para hacer negocios.