Sobre la gran marcha nacional del próximo sábado

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Sobre la gran marcha nacional del próximo sábado

Se ha convocado a una gran marcha nacional por el matrimonio, los niños y la familia. Será el próximo sábado 10 de septiembre en prácticamente todos los estados; en la Ciudad de México, hasta el día 24. En Coahuila habrá, al menos, dos eventos: Saltillo y Monclova. 

Ya desde hace un tiempo se dícese trata de una marcha de odio e intolerancia organizada por retrógradas y mochos. ¿En serio?

Son dos los objetivos de la marcha nacional: primero, mostrar rechazo contra un paquete de iniciativas presentadas por el Presidente de la República las cuales, por el dicho de los convocantes fueron presentadas con base en su convicción personal y sin una consulta amplia; segundo, solicitarle al Ejecutivo considere una iniciativa ciudadana presentada con el respaldo de 240 mil firmas a finales de febrero de este año. 

La iniciativa del Presidente es un texto de ocho cuartillas, incluyendo una para la firma y otra para el transitorio. Cita (sin comillas, pero en itálicas) un criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y un par de tesis jurisprudenciales. Básicamente propone la reforma del primer párrafo del artículo 4to constitucional para que toda persona mayor de 18 años tenga derecho a contraer matrimonio sin que se le pueda discriminar por nada. Fin. 

En el otro extremo, la iniciativa ciudadana se enfoca en la diferencia entre el varón y la mujer y su situación de complementariedad. Entre otros aspectos, en la propuesta, se reconoce el derecho de ambos a contraer matrimonio y a fundar una familia. El matrimonio, sigue la iniciativa, es “una institución de interés público y el fundamento natural de la familia; como tal debe ser protegido por el Estado, como un compromiso público que toman libremente un varón y una mujer, para amarse, fundar una familia y educar a sus hijos hasta que alcancen la mayoría de edad”.

Más aún, la propuesta ciudadana propone adicionar lo siguiente: “A fin de garantizar el respeto del interés superior de la niñez, todos los niños y niñas tienen derecho a crecer en su familia, bajo el cuidado y protección de su padre y su madre. En caso de orfandad de padre y madre de un menor o si fuese privado de manera definitiva de su familia de origen, se debe asegurar su cuidado y protección por un padre y una madre adoptivos. El Estado no puede por ninguna causa privar deliberadamente a un niño de este derecho”.

El tema, por supuesto, no es sencillo. Diversas tensiones parecen ponerla difícil: entre lo que uno aprendió y siente es lo correcto y lo dudoso que ahora parece todo ello; el reconocimiento del derecho de todos a ser felices y la duda sobre la legitimidad de los mecanismos propuestos; la convicción de que la discriminación daña, pero que tampoco aporta el trato idéntico entre diferentes.   

Es prácticamente imposible coincidir con una postura hasta el último punto y coma. Sin embargo, a como lo entiendo, entre los pocos que ganan si prospera la iniciativa del Ejecutivo Federal está el propio Ejecutivo Federal. Voy a favor de que iniciativas tan trascendentes se discutan ampliamente. Y entiendo que el debate es amplio. 

Me queda claro, sin embargo, que la marcha nacional del próximo sábado no es en contra de las personas sino frente a una imposición; reconoce la diversidad, pero no por ello discrimina. Que lo que persigue sí es promover el matrimonio, el bienestar de los niños y la familia.

@victorspena
www.victorspena.net