Usted está aquí

Slim

–Carlos Slim: Dice (Salinas de Gortari) que Telmex es ineficiente. ¿Qué es ser ineficiente si ha venido a competir Verizone, ha venido Vodafone? ¿Tú crees que sea muy ineficiente si todas esas empresas no han podido?– luego toma un papel de su mesa. Es un estudio de la OCDE. Lo hojea hasta dar con una tabla.
–Éste es el ingreso por minuto por país. México vende a 2 centavos y sólo estos países venden a uno: Telefónica vende a 9 centavos en España. ¿Somos muy abusivos vendiendo nosotros a 2 centavos?
–Diego Enrique Osorno: Bueno, Salinas también cita documentos de la OCDE para cuestionar a Telmex...
–Slim: Pues le dieron 90 mil euros a José Ángel Gurría [secretario de la OCDE] para realizar un estudio en el que hizo mierda a América Móvil y dijo que éramos los peores y no sé qué, pero ya lo están corrigiendo. 
–Osorno: Entonces ¿qué motivación tendría el expresidente Salinas para sacar este artículo?
– Slim: Es decir que es un chingón, que él lo hizo todo limpio y que los demás son unos pendejos y sucios, y que Telmex es una mierda. 
–Osorno: ¿Eso quiere decir que no hay una relación entre usted y Salinas?
–Slim: No, sí lo veo... lo vi el otro día y le dije que decía una bola de mentiras.

Usted acaba de leer un fragmento del libro del periodista Diego Enrique Osorno, “Slim. Biografía Política del Mexicano más Rico del Mundo”. Osorno lo deja en claro en las primeras páginas: “Nunca hay un afán de linchamiento ni tampoco se busca glorificarlo”. 

Decidió ir al fondo de la vida del dueño de Telmex cuando, a su regreso de cubrir el conflicto magisterial de Oaxaca en 2007, se encontró con la cara de Slim en la portada de la revista Forbes. A partir de ahí se convirtió en un trabajo maratónico, empezó a seguirlo y se acercó por primera vez cuando se inauguró la primera tienda de lujo Saks Fifth Avenue en el Centro Comercial Santa Fe. Ahí lo vio de cerca, tan de cerca que apareció junto a él en todas las fotografías de la socialité mexicana, obligando a los editores a borrarlo después de que en las redacciones no supieran quién era el extraño invitado. Sólo lo vio, no habló con él, el que se encargó de presentarlo personalmente, meses después, fue Roberto Slim Seade [responsable de Ostar Grupo Hotelero, cadena de grupo Carso]. Hasta ese momento Osorno pudo entablar una primera conversación, después de esto vinieron las largas entrevistas que nutren el libro. 

El trabajo periodístico explora detenidamente el pasado de Slim. Escarba la historia de su hermano Julián, un activo comandante de la Dirección Federal de Seguridad, la Policía del régimen priísta; deja claro la filiación política del “Ingeniero”; retrata lo que significa para él la familia, el éxito, el dinero; exhibe el lector voraz que es y quiénes son sus gurús económicos históricos y actuales [para los amantes del detalle, Osorno da a conocer la lista de libros que se encuentran en la biblioteca personal del hombre más rico de México].

Diego Enrique Osorno, como la mayoría de los mexicanos, usa un celular Telcel, tiene una línea Telmex y adora los Sanborns, “De verdad me gustan mucho, su orden y el olor” me dice por teléfono, cuando le pregunto si veremos la biografía no autorizada de Carlos Slim en un escaparate de la tienda de los tecolotes, la librería más grande del país, me dice que no lo sabe, ya lo tienen, pero aún no dan señales de interés. 

Esperemos un poco más de tiempo, acaba de salir el libro esta semana, si algo deja claro Osorno es que Slim no es nada tonto, seguro sabrá reconocer un trabajo periodístico impecable con él como personaje central, y lo más importante, se venderá como pan caliente, un negocio redondo, así como le gustan al Ingeniero.