La cifra de fallecidos en los ataques coordinados del grupo Estado Islámico en la víspera contra una tranquila región del sur de Siria se elevó a 216 personas, dijo un funcionario del gobierno sirio el jueves.

Fue la peor ola de violencia registrada en la provincia de Sweida desde el inicio de la guerra civil en el país. El jueves se celebraban funerales masivos por las víctimas.

Al menos 150 personas más resultaron heridas en los ataques, algunos de los cuales estaban en estado crítico, añadió Hassan Omar, un funcionario médico de la provincia.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo que monitorea el conflicto sirio desde Gran Bretaña, situó la cifra de muertos en 246 personas, incluyendo 135 civiles y 111 miembros de milicias locales que combatieron contra los insurgentes de EI que entraron en sus aldeas.

El ataque a las aldeas coincidió con atentados suicidas perpetrados en la capital provincial, también llamada Sweida, antes en el día.