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Sin olvidar las balas y huracanes
Quién no recuerda el 2010, ese año en el que uno estaba bajo el fuego por el simple hecho de vivir en el norte. María de Alva retoma la caótica situación de hace seis años para sacar a flote la importancia del periodismo en una sociedad tan manipulada y violentada a través de su nueva novela ‘Lo que guarda el río’, publicada bajo el sello de editorial Planeta, donde María de Alva cuenta la historia de tres personajes que, como muchos, se convirtieron en víctimas de un contexto que corría sin ningún control a su alrededor.
La historia narra las vivencias de tres personas que no son ni narcotraficantes, ni policías, ni militares, sino ciudadanos comunes cuyas vidas se entrelazan por las adversas situaciones.
El primero de ellos es Memo, un estudiante preparatoriano de esas escuelas ricachonas con gimnasios y congresos que emulan a la ONU y donde secuestran de manera ‘exprés’ a tus compañeros.
Ese ambiente le pedía cierta forma de ser, de actuar y de ver la vida pero a él nunca le gustó esa forma de ser por lo que siempre trató de pasar desapercibido, sin embargo un día él y su mejor amigo presencian el asesinato de dos estudiantes afuera del campus.
Por otro lado se encuentra una reportera en crisis matrimonial y laboral; mientras busca solución a los problemas con su esposo, no deja de sentir que su trabajo no es valorado y de conseguir notas sólo por sacarlas.
Y por último un albañil quien hundido en la pobreza y la miseria, busca su camino a los Estados Unido hasta que se ve atrapado en la ciudad cuando el huracán Alex ataca la ciudad y casi deja en las ruinas a su esposa y su hijo.
“Los personajes pertenecen a diferentes clases sociales y todos son arrojados a la zona urbana durante el huracán. Lo que propongo es que estas personas se encuentran, son solidarias entre sí y tienen unas pequeñas ventanas que los unen en estas situaciones límite que unen a la gente en su auge y que al finalizar todos vuelven a la normalidad”, dijo de Alva.
Estos tres personajes que no se conocen en lo más mínimo se relacionan a través de la vivencia, usándolos como un conductor para explicar que no importa la edad, el sexo, la posición social o la ideología, pues terminamos todos siendo afectados por los desastres que nos rodean.
‘Lo que guarda el río’ tiene tras de sí las profesiones de la autora, ya que mientras se dedicó durante 3 años a reportear en El Norte y Reforma, ahora es maestra de literatura y directora de la carrera de Letras Hispánicas en el ITESM Campus Monterrey.
La novela gira mucho en torno a la profesión de la periodista, quien en medio de su desesperación busca la historia de un camión de migrantes que desapareció, que la llena nuevamente de ímpetu y la lleva a investigar sin medir las consecuencias.
“La reportera está convencida de que para la gente el periódico solo sirve para madurar los aguacates para la carne asada del domingo. Ella cae un en un profundo cuestionamiento sobre para qué es verdaderamente lo que sirve el periodismo”, explicó de Alva.
“Por una parte soy académica y por la otra escribo; lo que más me interesa es que los jóvenes estudiantes vean que sí existe un compromiso por la sociedad, porque yo creo que el académico y el escritor si deben tener un compromiso que es el permitir ciertas lecturas que profesionalizan y son la base de la escritura”, señaló.
Sin embargo reconoce que tanto la carrera de Letras como el periodismo y muchas otras en las ciencias sociales sufre de muchos prejuicios, entre los que el más grande es: ¿para qué sirve eso?
“En realidad el intelectual, el académico, el periodista tienen un papel muy importante en la sociedad porque son la conciencia de la sociedad; a través de la lectura puedes tener una idea más crítica” aseguró.
“Yo soy muy lectora de periódicos, por mis profesiones me gusta estar informada y me parece que el lector debe tomar siempre una postura, a veces el ciudadano no puede hacer algo práctico pero si puede esforzarse para ganar conciencia”.
Considera que al día de hoy la situación del país se encuentra más tranquila, sin embargo sabe que los brotes de violencia siguen siendo una amenaza constante para el país.
“Sería algo difícil de eliminar del país, no dejamos de ser los más grandes exportadores de drogas en el mundo, por eso me interesa más tratar en mi novela al ciudadano común”, dijo.
Explicó que esto es ya que la mayoría de los ciudadanos han vivido esto sin ser actores de la problemática, “como estar en un baile que no organizamos”.
Sin embargo explica que es necesario apreciar labores como la del periodismo que aunque últimamente se observa como una plaga, es gracias a este que la sociedad puede estar informada de lo que le rodea.
¡Búscalo!Lo que guarda el río
> Novela negra
> Autor: María de Alva
> Editorial: Planeta
> Precio: 298 pesos